Luis Rubiales, el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), reconoció que había «un club» que no estaba de acuerdo con el reparto de los 120 millones que pagará el gobierno de Arabia Saudí por organizar la Supercopa de España del próximo 8 al 12 del enero del 2020.

Tiene ya el cuadro definido con Barça-Atlético y Valencia-Madrid en semifinales. Pero el reparto de beneficios trae cola porque el club valenciano no está de acuerdo y considera que se vulneran sus derechos.

La federación destinará todo el dinero que reciba «a mejorar el fútbol no profesional, es decir Segunda y Tercera División, fútbol femenino y también fútbol sala», mientras el resto se repartirá en los «emolumentos» de los participantes, amparándose en baremos que han generado mucho lío.

Sobre todo uno en el que la RFEF recurre a «variables por palmarés» para que Barça, campeón de Liga y subcampeón de la Copa, y Madrid, que no ganó ni un solo título doméstico la pasada temporada y que participa en la Supercopa como semifinalista de Copa con mejor historial, recauden más dinero.

LAS QUEJAS ‘CHE’ / Aunque Rubiales se amparó en la «confidencialidad» del acuerdo para no dar cifras, el Valencia podría percibir tres millones de euros fijos, mientras Barça y Madrid cobrarían casi nueve. «No estamos de acuerdo con el reparto económico», proclamó Anil Murthy, el presidente del Valencia, dispuesto a pedir «un arbitraje» para defender los «derechos» de su club, recordando que «el reparto se tendría que hacer igual para todos los clubes». Fue más allá el dirigente ya que «no es justo ni equitativo».