No hubo ganador ni vencido el en clásico entre el Burriana y el Vall de Uxó en el San Fernando. Marcaron primero los valleros, remontaron los celestes y jugando con un hombre más en el terreno de juego el equipo de Poldi Sorribes consiguió igualar el electrónico del feudo burrianense. Y la cosa quedó ahí. En la segunda parte, jugando con diez, el Burriana sopló y sopló.

Los primeros cuarenta y cinco minutos fueron muy intensos. Tuvieron de todo: goles, emoción y hasta una tempranera expulsión que condicionó el juego del conjunto burrianense a partir del minuto 36 cuando el joven defensa central Nacho Calleja vio la castulina roja.

Cuando llegó dicha expulsión el marcador del San Fernando ya reflejaba el 2-1 con el que se llegó al intermedio. El Vall de Uxó no tardó mucho en hacer saltar la banca. A los tres minutos Mario Milán puso el 0-1 de fuerte lanzamiento desde la frontal del área. Los celestes tuvieron poder de reacción y lograron establecer la igualdad en el luminoso con un autogol del joven central Maikel Vicent, que sin querer empujó el balón a su propia portería.

Los dos equipos pusieron todo de sí para intentar llevar el partido a su terreno. Y hubo intensidad. El 2-1 para los locales llegó en el minuto 31 con un libre indirecto en el área vallera. Nacho Calleja sacó en cortó para Juan López y éste superó al arquero.

A la media hora de partido se produjo una tángana de la que salió mal parado el central del Burriana, Nacho Calleja, que vio la tarjeta roja tras un rifirrafe con Pepe Segarra y dejó con diez a su equipo. Todo se complicó más.

En la segunda parte el Vall de Uxó quemó todas sus naves. Hizo dos cambios en el arranque. La diferencia era mínima y se buscó el gol ante un Burriana bien posicionado y sabiendo que no se podía agazapar atrás, pese a jugar con inferioridad numérica, porque de lo contrario lo iba a pasar mal. Los valleros presionaron la portería del arquero Alejandro Aparisi. Pero el cántaro se rompió el experimentado delantero Héctor Zaragoza estableció las tablas tras peinar una falta lateral. El último cartucho lo desaprovechó el local Ángel Morte.