El Villarreal superará el listón de los 51 millones de euros en ventas de jugadores una vez se confirme el traspaso de Tomás Pina al Brujas, una circunstancia que se podría dar hoy, una vez el centrocampista pase revisión médica con su nuevo equipo.

Junto con la estratosférica venta de Eric Bailly al Manchester United, la de Samu García al Rubin Kazan y la obligada de Denis Suárez al Barcelona (ejecutando la cláusula de recompra por el gallego), el Villarreal superará su anterior récord de ingresos por traspasos que databa de la temporada del descenso (2012/2013), cuando se recaudaron algo más de 50 millones de euros con salidas tan significativas como las de Giuseppe Rossi, Nilmar, Marco Ruben, Borja Valero, Gonzalo Rodríguez o Diego López.

BUSCANDO EL EQUILIBRIO // El Villarreal nunca ha sido un club que haya vendido con alegría. Dentro de los ajustes económicos de una entidad como la amarilla, la perspectiva de la rentabilidad siempre ha estado como algo prioritario, intentando encontrar ese equilibrio entre la necesidad cuadrar los presupuestos sin que ello devaluase la plantilla desde el punto de vista competitivo.

El planeta futbolístico sabe no solo que el Submarino compra bien, sino que también sabe vender. La capacidad regenerativa está ahí: el Villarreal, aun con los obligados cambios derivados de los traspasos, no solamente es un equipo consolidado en el panorama nacional y continental, sino que mantiene un potencial que le ha llevado, esta temporada, a volver a clasificase para la Champions (a expensas de superar la previa para disputar la fase de grupos) y lo cerca que ha estado de meterse en su primera final (eliminado por el Liverpool en semis de la Europa League, después de haber ganado en la ida).

Hay que remontarse a la temporada 2004/2005 para encontrarse la primera venta significativa: Juliano Belletti cambió El Madrigal por el Camp Nou a cambio de unos 6 millones de euros. Un año más tarde, el traspaso del guardameta Pepe Reina, al Liverpool, rozó los 10 millones (9,8).

forlán y riquelme // En la 2007/2008, el Submarino dijo adiós a estos dos futbolistas, tan importantes en la historia del club. El charrúa puso rumbo al Atlético a cambio de 21 millones y el argentino volvió al Boca Juniors por 12. El montante total de los traspasos superó los 44.

Al año siguiente, el Villarreal terminó ingresando 24,5 millones en ventas, gracias, en gran medida, a la marcha de Martín Cáceres al Barcelona (16).

Después de los 23 millones que aquel potente Málaga puso encima de la mesa por Santi Cazorla (11/12), llegamos a la que, hasta ahora, era la campaña récord, debido al descenso a Segunda A que transformó de arriba a abajo al Submarino. Las salidas de 25 futbolistas del primer equipo y filial (arrastrado, a su vez, a Segunda B) supusieron unos ingresos de 50,8 millones, aunque es cuestión de días (u horas) que el ejercicio recién iniciado no lo destrone.

En las últimas temporadas, el Submarino ha hecho caja con Gabriel Paulista (al Arsenal por 15 millones), Luciano Vietto (al Atlético por 20) y, hace poco, con el bombazo de Eric Bailly al Manchester United, por 40 kilos. H