Primer ensayo serio para la previa de la Champions con buenas sensaciones. Marcelino, a la espera de los seis o siete jugadores que deben completar el plantel, esbozó un once con la vieja guardia en el tercer partido de pretemporada contra un rival ya de un nivel medio alto de la Primera División, que podría considerarse del mismo estatus económico que los amarillos. A falta de caras nuevas, la fuerza de este Villarreal sigue siendo su consolidada idea del fútbol colectivo, la fuerza de su juego defensivo y el armazón del bloque.

Con notables ausencias, al margen de los que tienen que llegar, como Jaume Costa, Bruno Soriano o la situación especial de Mateo Musacchio, el técnico amarillo volvió a dejar claro que el N’Diaye ha llegado al Villarreal para jugar principalmente de defensa central, formando ayer tándem con Víctor Ruiz, quien no estará en el primer partido de la previa por sanción, a la espera de que se confirme algún refuerzo.

La vieja guardia, con Pedraza en una de las bandas porque ahora mismo Marcelino posee un plantel muy justo de efectivos, dejó muy buena imagen ante los donostiarras. Prácticamente la Real no inquietó a la defensa amarilla, que tuvo en el senegalés a un buen bastión, quien mostró firmeza, contundencia, buena colocación táctica y un manejo criterioso del balón. A falta de pruebas más serias, N’Diaye está ofreciendo un buen rendimiento en una demarcación en la que apenas ha jugado cinco o seis partidos en el Betis.

El Villarreal llegó bastante al área de la Real en el primer tiempo. Y Bakambu volvió a marcar en una de esas genialidades del congoleño, en un tiro con mucho efecto desde casi la frontal del área, después de un robo de balón de Jonathan dos Santos. Los amarillos tuvieron después del 0-1 ocasiones para aumentar distancias en el marcador pero Samu Castillejo, muy activo, y Soldado no anduvieron finos.

detalles de afif // El Submarino fue muy superior durante la primera parte, pero perdió presencia en la segunda con el carrusel de cambios y la entrada de muchos jugadores de la cantera amarilla, entre los que destacó la reciente incorporación del catarí Akram Afif que, pese a su juventud, exhibió detalles de calidad. La Real Sociedad igualó el encuentro a tres minutos del final merced a un gol de Juanmi, cuando el Submarino ya no tenía casi ningún jugador de campo del primer equipo.

Ensayo positivo que refrenda la buena base de equipo que posee el Submarino, a la espera de los refuerzos que tanto cualitativa como cuantitativamente deben reforzar esta plantilla que dentro de un mes jugará la eliminatoria para entra en la Champions. H