No voy a hacer de la anécdota una información, igual que tampoco un drama de una derrota tras una racha de 14 partidos sin perder y siendo el Villarreal cuarto de la mejor Liga del mundo. Yo me siento orgulloso y un privilegiado de disfrutar con este equipo que nos ha dado (y seguirá) tantos instantes de felicidad. Siempre pienso que existen más de 200 capitales (o más) en Europa que se sentirían felices de acoger este proyecto maravilloso llamado Villarreal CF.

Y también me siento orgulloso de esta afición que demuestra su cariño a su equipo con una asistencia media de más de 17.000 espectadores. Nunca olvidaré aquella tarde mágica de Barcelona con 10.000 groguets en las gradas del Mini Estadi. Están cuando deben de estar y siempre su comportamiento es de 10 y también hay que tolerar que alguien pueda mostrar su descontento si algo no le gusta, partiendo de una premisa innegociable que es el respeto. Y no pasa nada aunque no le doy la mínima importancia a unos silbidos, porque son minoritarios y luego porque también he visto muestras de disconformidad en los campos más animosos del mundo.Este grupo de futbolistas son un orgullo, empezando por su capitán Bruno y acabando por Barbosa. Ni una derrota, para mi injusta, con Las Palmas me genera dudas. Mi confianza sigue siendo máxima en el equipo y en la afición. Lo digo por enésima vez, el fútbol le debe algo al Villarreal y es cuestión de todos ayudar a que salde la deuda. Otra vez, la posibilidad de ganar un título está en Europa. No hay más debate ni polémica que animar al Villarreal. No tengo dudas de que ustedes lo harán. H