El festival goleador vivido ayer en la Ciudad Deportiva de Miralcamp se decantó del lado amarillo. El Villarreal fue el vencedor de un duelo de golpes en el que se la táctica saltó por los aires por momentos, algo que no suele gustar a los entrenadores.

El primero que golpeó fue el conjunto de Sara Monforte, que a los 28 minutos se avanzó en el marcador por mediación de Sheila Guijarro al aprovechar una asistencia de Aixa Salvador. Pero poco le duró la alegría al cuadro amarillo, y es que Carol logró igualar el marcador tan solo dos minutos después. Con el empate a uno se llegó al descanso, nadie se imaginaba que todavía se verían seis goles más.

La segunda mitad comenzó de forma equilibrada, pero a partir del minuto 66 llegó la borrachera goleadora, cuatro tantos en ocho minutos, un gol cada dos.

Festival goleador // En el 66’ Aixa Salvador conectó a la red un pase de Cristina Díaz y cuatro tan solo cuatro minutos después llegó el 3-1, con un cabezazo de Sheila Guijarro, doblete para la delantera amarilla, al rematar un centro de Sara Medina. Parecía que el Submarino encarrilaba el choque ante un filial valencianista que este año está acusando el salto de categoría.

Pero las valencianas reaccionaron con rapidez y tan solo pocos segundos después Julia volvió a meter en el partido a las visitantes. No había centro del campo, no existía la elaboración de juego en un encuentro con un claro juego directo que propiciaba que el balón fuera de portería a portería, y en una de esas el Villarreal volvió a la carga para, esta vez sí, rematar la faena. Lara Mara, con un implacable cabezazo a la salida de un córner magistralmente botado por Cristina Díaz.

El cuarto tanto hizo mucho daño a las visitantes y, por otro lado, enclaustró el cerrojo, se acabó la lluvia incesante de goles, al menos de momento. El conjunto dirigido por Sara Monforte pausó el juego, contemporizó y enfrió el partido, era lo que tocaba.

Tras la tempestad, la calma // Por su parte, el filial valencianista buscaba el gol que les volviera a meter de nuevo en el encuentro, pero no llegaba. Los minutos pasaban y la victoria grogueta cada vez estaba más cerca, hasta que, definitivamente, el Submarino sentenció la contienda con el tanto de Nazaret Segura, que entró con todo a rematar con la testa un centro medido de Naiara Ves. Se acabó el partido.

Pero no hay quinto malo y no tampoco dos sin tres, o al menos eso señala el refranero español. Ni el quinto tanto local fue malo, ni el Valencia se quedó con dos goles. Porque las che, materializaron la tercera diana, prácticamente para maquillar el marcador, gracias a un gol de Zaira. Al final, cuarta victoria consecutiva para un Villarreal que vuelve a mirar alto e infunde respeto a los equipos de la zona alta.