Zinedine Zidane no quiere que se dude del compromiso de sus futbolistas. El entrenador del Real Madrid pidió ayer implicación a sus jugadores para los tres últimos encuentros que tienen que disputar antes del final de la temporada, empezando por el de hoy ante el Villarreal, y recordó que, aunque habrá cambios, muchos de sus hombres seguirán el próximo curso en la entidad.

El técnico francés, más relajado que en la rueda de prensa posterior al encuentro que perdió ante el Rayo Vallecano, lanzó un mensaje a sus hombres para que no se acomoden en los últimos coletazos de la campaña. La primera prueba, la vivirán este domingo ante el Villarreal: «Faltan tres partidos. Tenemos que jugar. Yo estoy bien, la verdad. El otro día muy enfadado, pero como todos, también los jugadores».

«No creas que ellos lo viven bien. A veces no sale nada. Pero lo bueno, dentro de lo malo, es que esta temporada tenemos un partido mañana para demostrar», dijo el preparador merengue.

«No nos vamos a quitar las ganas de jugar al fútbol. Es lo que les gusta a los jugadores. La temporada ya está, pero ellos tienen que pensar en la próxima. Aquí va a haber cambios, pero muchos se van a quedar. Y lo vamos a tener que hacer juntos. Mañana pido que nos apoyen. Nosotros vamos a intentar sacar algo bueno como hicimos contra el Athletic», añadió el francés.

RESPERO AL SUBMARINO / Zidane resaltó que desea seguir ganando en el estadio Santiago Bernabéu y apuntó que quiere intentar que la afición del Real Madrid esté orgullosa de todos sus jugadores, pidiendo respeto por el Submarino: «Hemos tenido dificultades, la temporada ha sido complicada y por lo menos queremos hacer un partido mañana». «El Villarreal se juega la permanencia. Vendrán motivados para hacer un buen partido y sacar algo de aquí. Tenemos que estar preparados. Todos los rivales quieren hacer algo contra el Madrid. Y más si se juegan algo», finalizó.