Lo que el Barcelona temió que le pudiera pasar a estas alturas de la temporada, a la vista de lo ocurrido en la Supercopa de España en agosto, le angustia ahora al Madrid cuando no han transcurrido más de 12 jornadas de Liga.

El equipo blanco está a 10 puntos del infalible líder azulgrana, pese a su discreto juego, y a seis del sorprendente Valencia de Marcelino, que se perfila como el único capaz de hacer sombra al conjunto de Ernesto Valverde en la competición liguera.

Ni el Barça se imaginaba hace dos meses y medio tener al Madrid a una distancia tan importante ni el conjunto madrileño haber caído en un estado de desorientación, pese a que Zidane trate de restar importancia a la situación. Su coletilla en cada rueda de prensa de que «hay ser positivos, que hay tiempo para remontar, y que el gol acabará llegando» suena a salida por la tangente cuando no acierta a explicarse lo que le ocurre al equipo.

Hoy, nueva prueba de fuego en Chipre (20.45 horas, Antena 3) ante un Apoel sin nada que perder. Y encima, sin Sergio Ramos, Keylor Navas y Gareth Bale.