Nuevo récord de turistas, el séptimo consecutivo. A falta de conocer los datos oficiales que publicará el Instituto Nacional de Estadística (INE) la primera semana de febrero, el Gobierno calcula un alza del 1,2% en la llegada de visitantes extranjeros en el 2019, hasta rozar los 84 millones de turistas, y del 2,9% en el gasto. Es decir, el turismo sigue creciendo, a pesar de los fantasmas de la ralentización y los peores augurios del sector.

Eso sí, se empiezan a vislumbrar algunos cambios con un incremento de turistas procedentes de mercados lejanos, como Asia o Estados Unidos, y una caída de aquellos más tradicionales, como es el caso de Alemania o Reino Unido.

Este avance corresponde a la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, que dos días antes del comienzo de la feria turística Fitur hizo oficial lo que ya se podía intuir con las cifras de diciembre: habemus una nueva marca turística. Según los cálculos que maneja su departamento, en el 2019 llegaron a España 83,7 millones de turistas y se gastaron 92.337 millones de euros.

mejoría / Un pronóstico más halagüeño que el anunciado por ella misma en noviembre, cuando preveía cerrar el año con 83,4 millones de turistas y 91.879 millones de euros de gasto.

Sin embargo, la «rápida» corrección de la crisis del gigante del sector Thomas Cook, el buen registro tanto en volumen como en gasto de la Cumbre del Clima de Madrid y el nulo impacto negativo de la sentencia del procés en la llegada de turistas extranjeros a Catalunya, habrían terminado por mejorar esas cifras, según desglosó Maroto en su intervención.

Con estos números, la titular de turismo no ha querido dejar pasar la ocasión de negar la mayor frente a los «pesimistas» que dicen que el sector «ha tocado techo», en relación a los hoteleros que llevan dos años advirtiendo sobre una ralentización de las llegadas marcada por la incertidumbre económica, pero sobre todo por la recuperación de países competidores como Túnez, Turquía y Egipto.

Si bien es cierto que el turismo sigue creciendo, tanto este año como el pasado cuando se elevó un 1,1%, lo hace a un ritmo inferior a años anteriores (4,9% en el 2015, 10,3% en el 2016 y 8,9% en el 2017). No obstante, Maroto sigue siendo «optimista», también de cara al presente año, porque, dice, «hay margen para crecer», aunque siempre con el foco puesto en la calidad.

DIVERSIFICACIÓN// «España ha tenido un modelo de turismo basado en turismo vacacional, un modelo que no doy por agotado pero el siglo XXI nos depara un turismo en el que otros productos se abren camino», advirtió la ministra.

Un cambio conceptual que, según afirmó, se está acompañando desde Turespaña con una «redefinición de las actuaciones de promoción» para llegar a un «turismo distinto y a mercados distintos» en los que España «aún tiene poco peso».

En su análisis de la situación, Maroto anunció que el año pasado estuvo marcado por el auge de Estados Unidos y China como emisores de turistas, mientras dos de los principales mercados, Reino Unido y Alemania, habrían reducido sus llegadas.

La ministra justificó este cambio en el incremento de las promociones de las oficinas de turismo exterior hacia la diversificación de mercados de destino en los que todavía hay margen de mejora, pero también con el foco puesto hacia un «turista de calidad» en los más mercados más tradicionales.

Es el caso de los visitantes británicos, que decrecen en número de llegadas pero aumentan el gasto realizado. «Tenemos que llegar a un perfil de turista distinto con mayor poder adquisitivo que busca en España un turismo experiencial y no solo vacacional», concluyó la titular de la cartera sobre el futuro del sector.