Las bolsas europeas aún no se han recuperado del vértigo que les provocó la victoria de Trump, mientras que Wall Street parece haberse blindado ante los efectos negativos y decidido apechugar con lo que venga. Antes de nada, el negocio, se dijeron este jueves en el 'parquet' estadounidense en medio de operaciones sobre compras de deuda, petróleo (las últimas noticias señalan un aumento de la producción) y máximos históricos.

Sin motivo aparente, el Ibex 35 ha sido el índice europeo que más ha perdido, hasta regresar a la barrera de los 8.800 puntos, de comienzos de mes, un comportamiento parecido al de Londres y en menor medida al de París, Milán y Fráncfort. Los inversores prefirieron recoger beneficios ante la presión por la subida de tipos, cada vez más cerca, o el aviso de que la inflación en la zona euro va escalando posiciones.