El ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, ha afirmado ante un nutrido grupo de inversores españoles e internacionales que el "populismo es el más importante reto" que debe afrontar la Unión Europea, pues es el "mayor enemigo de las reformas estructurales". Así, ha citado el ascenso de partidos que, a su juicio, se adscriben a esta definición en países como España, Francia, Alemania y el Reino Unido.

Durante su intervención en el Spain Investor's Day, Guindos ha situado este reto por delante de otros como el rechazo de Holanda al pacto de la Unión Europea con Ucrania, la crisis de los refugiados, la posibilidad de que el Reino Unido salga de la comunidad europea, Grecia (que ha asegurado que va a volver al foco de los problemas), y el "mediocre crecimiento, la baja productividad y la alta deuda" de la región.

Sobre España, ha asegurado que es la economía avanzada que más está creciendo en el mundo gracias a las medidas del Ejecutivo, pero ha añadido que todavía tiene trabajo por hacer en los "próximos trimestres o años". Asimismo, ha admitido que el panorama político comienza a ser "bastante relevante" para los inversores, pero le ha restado cierta importancia. "No voy a hacer apuestas. Es mejor tener un Gobierno en funciones que un Gobierno con una mala agenda de política económica", ha mantenido.

MENOS DEUDA

El ministro ha aprovechado la ocasión para anunciar que las emisiones netas de deuda del Estado para este año serán de 40.000 millones de euros, 5.000 millones menos de lo anunciado a finales del año pasado. Los 45.000 millones previstos inicalmente ya suponían una rebaja del 5,7% respecto a las emisiones del 2015. El Gobierno explicó entonces que la reducción del déficit público permitía una menor apelación al mercado para lograr fondos.

Guindos también se ha referido a la desviación del objetivo de déficit comprometido con Europa del año pasado (5% en lugar del 4,2%). "No voy a culpar a nadie", ha afirmando, alegando que en el eurogrupo los ministros son responsables de las cuentas de todas las administraciones públicas de su país. Su actitud, así, se ha diferenciado de la de su homólogo de Hacienda, Cristónal Montoro, si bien luego a sugerido que algunos niveles de la administración se quedaron por encima del objetivo, si bien sin citar directamente a las comunidades autónomas.

El ministro ha añadio que el Gobierno ya ha tomado medidas para corregir el déficit de las regiones y ha afirmado que el programa de estabilidad que el Ejecutivo aprobará el próximo día 22 se basará en unas previsiones económicas "realistas" y enviará a Bruselas una "señal" de que España está comprometida con la reducción del desfase de las cuenta públicas. Eso sí, ha precisado que las reformas que debe emprender el país son menos duras que las que adoptó a partir del 2012 porque entonces estaba "al borde del colapso".