L a Organización Mundial del Comercio (OMC) dictó ayer una primera sentencia contraria a los intereses de Estados Unidos en su tensa guerra comercial con China. La entidad internacional considera que las tasas impuestas por la Administración Trump a las transacciones con Pekín son «excesivas» y violan las leyes internacionales. Washington salió al paso del fallo de la OMC y lo calificó de «totalmente inadecuado» y que demuestra la ineficiencia de la organización para poner fin a «las prácticas tecnológicas nefastas» de China.

Los aranceles impuestos por Washington «no son consistentes con los principios de nación más favorecida de la OMC, y exceden las tarifas máximas acordadas por EEUU» ante el organismo, subrayó el ente. La decisión ha sido tomada por un grupo de expertos a petición de China, que llevó el caso a Ginebra en abril del 2018, tras comenzar la guerra comercial entre los dos gigantes.

La oficina del representante comercial de EEUU (USTR), Robert Lighthizer, respondió afirmando que se «confirma lo que el gobierno de Trump ha estado diciendo desde hace cuatro años: la OMC es totalmente inadecuada para detener las prácticas tecnológicas nefastas de China». Estados Unidos ha amenazado frecuentemente con retirarse de la Organización Mundial del Comercio a menos que introduzca reformas en sus operaciones.

En junio de ese año el Gobierno de EEUU impuso aranceles del 25% a las exportaciones chinas por valor de 50.000 millones de dólares, y en septiembre dictó otros del 10% (aumentados al 25% en mayo del 2019) a más exportaciones procedentes de China, por valor de 200.000 millones de dólares.

Washington defendía que los aranceles podían considerarse una excepción a las normas establecidas en el 1994 por el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT, antecesor de la OMC) necesaria para proteger «la moral pública» ante unas prácticas chinas que suponen «un robo consentido por su Estado». H