La pandemia barrió más de medio millón de empleos durante el primer año covid y cerró el 2020 con una tasa de paro del 16,1%. El virus ha consumido en nueve meses la recuperación de la ocupación que el mercado laboral español acumulaba durante los dos últimos años. Los datos del cuarto trimestre de la EPA publicados este jueves por el INE relevan, no obstante, que el final del 2020 marcó una tendencia al alza, con una reactivación de los ertes, el freno de la escalada de desempleo que comenzó en primavera y un cierto optimismo entre la población sin empleo de encontrar uno en este 2021.

La inversión de la Administración para paliar los efectos de la pandemia ha impedido que el balance de este 2020 arrojara peores cifras. Ya sea mediante la inyección directa para mantener el mecanismo de los ertes, ya sea mediante la contratación de personal, principalmente sanitarios y profesionales de la enseñanza. Pues mientras el número de ocupados ha caído en 748.000 personas en el sector privado, el derrumbe se ha visto maquillado por un incremento público de plantillas de 125.000 personas.

El sector servicios se confirma como el principal damnificado de la crisis del covid. De los 662.000 empleos perdidos en todo el 2020, más de medio millón provienen del tercer sector, con la hostelería o el pequeño comercio con sonoras pérdidas de empleo.

Los últimos datos de este cuarto trimestre arrojan destellos de mejoría de cara al 2021. El número de parados bajó en términos intertrimestrales por primera vez desde que comenzó la pandemia. Lo hizo muy tímidamente, con una reducción de 3.100 desempleados en el tránsito del tercer al cuarto trimestre. El dato es más positivo por la inercia que rompe que no por la magnitud, pues del segundo al tercer trimestre el desempleo creció en 354.900 personas. La población activa también sube en los últimos tres meses del año, lo que responde a unas mayores expectativas de encontrar empleo durante el 2021.