La limpieza del ladrillo de la banca ha generado consecuencias económicas positivas para España, según la Sareb, sociedad mixta encargada de su gestión, que ha aportado a la riqueza española en sus cinco primeros años de actividad un total acumulado de 23.248 millones, el equivalente al 0,43% del producto interior bruto (PIB) de esos años, según estimaciones recogidas en el Informe de Impacto Socioeconómico de Sareb elaborado por la consultora EY, que se dio a conocer ayer.

De ellos, 5.392 millones se corresponden con la contribución económica directa, indirecta e inducida a la riqueza nacional. Se suman los 12.876 millones de euros de deuda que Sareb habrá amortizado al cierre de su quinto año de vida, el 25,3% del total. Hasta ahora, la compañía ha cumplido con el pago de esta deuda avalada por el Estado y sus intereses. En este sentido, el informe incluye los 4.193 millones de euros que la compañía ha pagado en concepto de intereses asociados a la deuda emitida. Cabe destacar que esa cantidad incluye 2.779 millones de euros que han sido pagados directamente a las nueve entidades financieras que recibieron ayuda pública y vendieron sus activos a Sareb.

La aportación de Sareb a la economía se completa con 787 millones de euros en impuestos que la compañía ha ingresado en las arcas públicas, y que le convierte en uno de los mayores contribuyentes por patrimonio inmobiliario. El grueso del importe dedicado al pago de tributos se correspondió con el IVA no deducible (47%) y el impuesto de bienes inmuebles (IBI) y otros tributos (45%), mientras que el resto se destinó a retenciones por IRPF (5%) y a cotizaciones (3%).

La Sareb nació con la misión de gestionar y vender de manera ordenada todos los activos inmobiliarios procedentes de la banca nacionalizada en un plazo de 15 años que finaliza en el 2027. Al cierre de sus cinco primeros años, la compañía ha reducido su cartera en 13.817 millones de euros, el 27,2%.