El presidente de EEUU, Donald Trump, amenazó ayer con aplicar una tasa del 25% a los coches europeos si no se logran avances en un amplio acuerdo comercial con la Unión Europea y anunció que aplicará el mismo recargo contra los coches provenientes de países que apliquen la tasa Google de forma unilateral, sin esperar a un acuerdo en el marco de la OCDE. La amenaza va dirigida no solo contra Francia -que decidió el martes congelar su tasa digital en espera de un acuerdo global-, sino contra el Reino Unido, cuyo ministro de Economía, Sajid Javid, confirmó en Davos su compromiso para impulsar su propia tasa digital en abril.

El Foro de Davos debía ser el sitio en el que EEUU y Europa avanzaran en la paz digital (por la tasa Google) y comercial, como consecuencia de un encuentro entre Trump y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que tuvo lugar el martes. Sin embargo, el contencioso parece haberse agravado. Al menos eso es lo que muestra la escalada dialéctica protagonizada por Trump; si bien la alemana evitó echar leña al fuego. «Es muy duro tratar con Europa», aseguró en una entrevista con la CNBC. «Si no terminamos algo, tomaré medidas a través de aranceles más altos sobre sus automóviles y otros productos». El secretario de Estado, Steven Mnuchin, reiteró esa amenaza contra los países europeos que, como España, opten por aplicar impuestos a los gigantes tecnológicos que escapan de esa responsabilidad fiscal.