Si algo atemoriza a los inversores es la incertidumbre. Y las elecciones de EEUU del próximo martes, con la enconada pugna entre la demócrata Hillary Clinton, representante del 'stablishment'; y Donald Trump, que, aunque 'outsider', es el candidato republicano a pesar de que muchos destacados políticos de la formación le han ido retirando su apoyo a medida que se conocen detalles sobre su vida; configuran el panorama idóneo para los temores del dinero.

Y es que Clinton encarna la continuidad y las políticas económicas conocidas o presupuestas. en cambio, Trump representa lodesconocido, dadas sus propuestas vagas, genéricas y, en muchos casos, radicales. Y eso no genera más que inquietud entre los analistas e inversores. Por ello Wall Street, la capital del capitalismo global, ha vivido el peor periodo de jornadas negativas en los últimos 36 años, desde 1980, en la segunda gran crisis del petróleo, tras la de 1973.

Lo cierto es que hace pocas semanas se daba por descontado que Clinton iba a ser la ganadora. Pero los últimos acontecimientos, comoel anuncio por parte del FBI de que reabría la investigación sobre el uso de correos privados por parte de la candidata demócrata, han disparado todas las alarmas y equilibrado un poco más la contienda.

ANTECEDENTE DEL 'BREXIT'

En el recuerdo más próximo está el 'brexit'. Los mercados apostaron en la víspera del referéndum por el 'no' y acabó ganando el 'sí' ¿Resultado? El desplome a corto plazo de la bolsa y de la libra esterlina. Los inversores siempre responden con hiperreacciones, tanto cuando hay un alud de ventas (pánico) como de compras (euforia).

En este contexto, el índice industrial S&P 500, uno de las mejores referencias sobre la evolución de la bolsa en EEUU, cerró el viernes en números rojos (-0,17%), con lo que suma nueve jornadas consecutivas en negativo, la peor racha en 36 años. El Dow Jones, por su parte, que sería el equivalente al Ibex-35 porque engloba a los principales valores industriales de la bolsa de Nueva York, también cerró en pérdidas (-0,24%) y suma ya siete sesiones en negativo.

En todo caso, no se trata de que las pérdidas sean las mayores de la historia ni de un periodo muy prolongado, pero sí el paso de tiempo en el que más sesiones consecutivas ha terminado en números rojos. Lo cierto es que las elecciones eclipsan cualquier otra variable y los inversores miran más hacia las encuestas sobre los comicios que hacia los datos y cifras económicas.

Tras el comunicado sobre política monetaria emitido el pasado miércoles por la Reserva Federal (Fed), el consenso mayoritario de los analistas anticipa en un 71% que el banco central americano elevará los tipos de interés en diciembre desde el actual 0,25%-0,50% hasta el 0,50%-0,75%. Eso no será así, de todas formas, si Donald Trump gana las elecciones. Por eso hay nerviosismo y temor.

Y el 'efecto Trump' no afecta solo a Wall Street que, habitualmente marca la pauta del resto de mercados mundiales. La bolsa española también ha terminado la semana con un recorte cercano al 1%, en línea con las demás bolsas europeas, al crecer la cautela de cara a las elecciones estadounidenses la semana que viene. En el conjunto de sesiones desde el lunes ha reculado más del 4%, la peor semana desde el 'brexit'.