El debate a cuatro bandas de los candidatos al Congreso por Castellón al PP, A la Valenciana, PSOE y C’s, en el que fueron temas como la educación y la corrupción los que elevaron en cierta medida el tono, no sirvió ayer para despejar incógnitas sobre lo que ocurrirá el próximo domingo. En la confrontación política de esta segunda vuelta, apenas seis meses después del 20-D, no hubo sorpresas y se repitieron caras y argumentos de defensa y ataque al contrincante, entre los que sí se introdujeron cuestiones candentes de la actualidad como las facturas del Hospital Provincial o las denuncias ante las juntas electorales de zona y provincial.

Si las elecciones de diciembre pasado fueron las más abiertas hasta entonces, con la expectativa de suponer la caída del tradicional bipartidismo, cara al 26-J, con ese interrogante ya resuelto, la incertidumbre es incluso mayor. El único cambio en la ecuación es la ampliación de la coalición Compromís-Podemos, que ya le hizo el sorpasso a los socialistas en diciembre pasado, al convertirse en la segunda fuerza en la provincia de Castellón. Ante la cita con las urnas de pasado mañana, la liga de izquierdas a la que se ha sumado Esquerra Unida, incluso aspira a adelantar a los populares, una idea que alienta la última encuesta del CIS, que solo siembra la duda.

El debate celebrado en el Paranimf de la Universitat Jaume I (UJI), organizado por adComunica y la UJI, y retransmitido en directo por Televisión Castellón (TVCS) Mediterráneo, que no se salió del guión, estuvo protagonizado por los cabeza de lista al Congreso de los Diputados del Partido Popular (PP), Miguel Barrachina; de A la Valenciana, Marta Sorlí; y del PSOE, Artemi Rallo, así como el tres de Ciudadanos (C’s), Domingo Vicent, a quienes dio la bienvenida y agradeció su participación el rector, Vicent Climent.

cuatro bloques temáticos // El evento político estuvo, además, conducido por el presidente de adComunica, Francisco Fernández Beltrán; y el vicepresidente de la asociación y presentador de TVCS Mediterráneo, Pablo Sebastiá, quienes tuvieron el difícil papel de frenar a los aspirantes a diputados en sus intervenciones para que no superaran los tiempos establecidos. De hecho, no faltó algún que otro reproche.

Estructurada en cuatro bloques temáticos, economía, bienestar social, educación y regeneración democrática, la confrontación alcanzó su mayor temperatura en los dos últimos, que dieron paso a las conclusiones. En ellas, Miguel Barrachina dijo que “salimos de una etapa muy difícil en la que los socialistas cerraron 300.000 empresas, muchas de ellas en Castellón, y definió al PP como “el partido del empleo”, reiteró su apuesta por “la libertad”, y aseguró que “no queremos que se levanten fronteras donde no las hay y poder ir a los toros si queremos”. Por su parte, Marta Sorlí pidió a los socialistas “lealtad” para “llevar a Madrid un gobierno a la valenciana”, y defendió su candidatura como la del “consenso”, que “es el reflejo de lo que queremos trasladar a Madrid, un gobierno plural”, aseveró.

En cuanto a Artemi Rallo, pidió a los ciudadanos “que tengan memoria y no olviden los últimos cuatro años”, que calificó como “desoladores, de totalitarismo”. El socialista apeló a que “queremos un gobierno de cambio y solo será posible con un PSOE fuerte que lidere ese proceso”.

Por último, Domingo Vicent aseguró que “un 1% más de votos al PP llevaría a las Cortes a un imputado”, en referencia al dos de la lista popular, Óscar Clavell, y contrapuso a esta idea que esa misma proporción de alza en el apoyo a Ciudadanos “supondrá un gobierno moderado, porque tampoco queremos un gobierno que sea populista o que sea separatista” afirmó el candidato. H