El de ayer fue, para Compromís, un día para digerir un resultado electoral que no fue el esperado para una formación que aspiraba, aún conscientes de que el adelanto electoral no les beneficiaba, a conquistar la presidencia de la Generalitat. Aunque esta afirmación tiene matices, puesto que si algún candidato sale reforzado de los comicios ese no es otro que un Vicent Marzà, que fue el único que logró mantener el número de escaños --cuatro-- logrado en la cita autonómica del 2015. En toda la Comunitat, Compromís pasó de 19 a 17 diputados.

Con todo su candidata a la presidencia, Mónica Oltra, se presentó como la única garante de que en las próximas semanas no haya «ningún experimento» que «ponga en peligro» el cambio iniciado hace cuatro años con el primer Botànic.

La líder de la coalición valencianista celebró que no haya «ningúna opción posible» que no pase por un segundo gobierno de izquierdas. En este sentido, celebró que no haya combinación política en la Comunitat que «dé voz a las derechas», algo que, «a diferencia del Congreso de los Diputados, es una seña de identidad valenciana».

Vicent Marzà, por su parte, puso en valor el hecho de que Compromís en la provincia no solo se mantiene en diputados sino también en votos y apostó por «seguir transformando la sociedad valenciana». X.P.