Una vez superada la investidura, Ribó (Manresa, 1947) repetirá al frente de un gobierno de coalición --con el PSPV-- y resiste como alcalde del cambio que ha guiado a València a un modelo sostenible, con políticas de movilidad tan aplaudidas como criticadas, y numerosas iniciativas sostenibles, verdes y sociales que le han llevado a presumir durante su mandato de una ciudad más limpia y de haber reducido a la mitad la deuda municipal.

El primer edil siempre ha apostado por un modelo de sostenibilidad que triunfa en Europa con el fomento del uso de bicicletas y patinetes, el aumento de zonas verdes y la mejora la calidad del aire, además de haber evitado cortes de luz y agua a quienes no pueden pagar el recibo.

También esgrime que, bajo su gobierno, después de que llegara al Ayuntamiento en el 2011 tras varios años de paréntesis político, València ha pasado de ser conocida por la corrupción a serlo por la igualdad, la diversidad, la solidaridad y la transparencia.

Con esta gestión como aval, los vecinos le volvieron a dar su confianza para revalidar la alcaldía y convertir a Compromís, por primera vez, en la lista más votada en València.