Los votos de los siete ediles conseguidos por el Partido Popular en las pasadas elecciones municipales hicieron posible que Andrés Martínez revalidara por quinta ocasión consecutiva la alcaldía de Peñíscola, y por mayoría absoluta. El pleno se desarrolló según el guion previsto, en el que cada formación optó por votar a su cabeza de lista. Tras recibir la vara de mando, el reelegido munícipe explicó que en la vida política «no hay nada más importante que ser alcalde para alguien que quiere a su pueblo».

Tras dar la enhorabuena al resto de integrantes de la corporación, especialmente a los que entran por vez primera, especificó que su proyecto estará marcado por la voluntad de «consenso y concordia, y la intención de colaboración y lealtad», para añadir que es «la bandera de Peñíscola», la única que representan. «Queremos que los vecinos sean los protagonistas de la gestión y la política de despachos abiertos será nuestra tónica a lo largo de los próximos cuatro años», dijo. Entre sus planes, desgranó una hoja de ruta marcada por la atención social, la economía y la puesta en valor del patrimonio municipal.

CARAS NUEVAS / A pesar de la continuidad de la máxima autoridad, una de las notas destacadas de este nuevo Ayuntamiento es la incorporación de caras nuevas, ya que solo cuatro de los 13 representantes repiten respecto al mandato anterior. En cuanto a los grupos de la oposición, la socialista Isabel Esbrí expresó su voluntad de ser «alternativa de gobierno, sin ser enemigos de nadie, y con la idea de fomentar el diálogo». Desde Compromís, Vicent Castell intervino para decir que su equipo «será fiscalizador y reivindicativo para que la ciudad esté donde merece», y el edil de Ciudadanos, Javier Mateu, dijo que hará una labor «constructiva y con la intención de sumar».