A medida que avanzan los días y los partidos comienzan a digerir los resultados de las elecciones municipales del pasado domingo, la situación en muchos municipios de la provincia de Castellón, lejos de aclararse, se vuelve más incierta. El auge de los socialistas ha provocado un importante descenso de Compromís y Unides Podem, sus socios en la anterior legislatura.

A ello hay que sumar el cambio de opinión de Ciudadanos, que en apenas unos días ha pasado del cordón sanitario al PSOE de Pedro Sánchez a abrirse a posibles pactos, una situación que modifica por completo el tablero en Castellón. Ante esta tesitura, Compromís, socio preferente en esta legislatura con el PSPV, podría quedarse en muchos casos en la oposición, como han apuntado ya varios alcaldes socialistas.

Los socialistas tienen tres opciones, todas ellas con ventajas e inconvenientes. La primera es seguir con los acuerdos de progreso, opción no descartable incluso en poblaciones como Vila-real, donde pese a la mayoría absoluta Benlloch ha vuelto a ofrecer concejalías a Compromís. Esto garantiza sintonía con el Consell y no supone un viraje en el relato progresista de los últimos cuatro años.

Otra posibilidad son los acuerdos con Ciudadanos que suponen, a priori, menos conflictos por temas como la lengua o los bous al carrer. Por último, gobernar en solitario tiene sus riesgos, pero estos son menores tras lograr un resultado que en varias localidades, como Burriana, dejaron al PSPV a un solo concejal de la mayoría absoluta.

Quien puede salir más perjudicado en esta nueva situación es Compromís, que se arriesga a perder buena parte del poder municipal que logró hace cuatro años. Los primeros disgustos se confirmaron la noche electoral, pues la coalición había formado parte de gobiernos en los que no ya estará cuando se constituyan los ayuntamientos el 15 de junio. Los motivos son que el PSPV ha obtenido nuevas mayorías absolutas (Benicarló, l’Alcora o Cabanes), que el PP ha arrebatado la alcaldía a las fuerzas de progreso (Onda) o que Compromís no logra representación (Xilxes). En cambio, las urnas sí les aseguraron las alcaldías de Betxí, Borriol, Aín y Argelita.

Pero la preocupación crece conforme los dirigentes nacionalistas son conscientes de que se han empequeñecido frente a un PSPV hegemónico que ahora puede escoger la mejor opción mientras ellos asisten a este proceso como invitados de piedra. «La decisión es de los socialistas», indicaron ayer desde Compromís. Ya el lunes la coportavoz de la formación, Àgueda Micó, reivindicó el buen funcionamiento de los gobiernos de progreso, lo cual consideró «muy importante cara a lo que viene, pues en muchas autonomías y a nivel estatal el PSOE y otros partidos están hablando de gobiernos en minoría o en solitario». Esta reflexión es válida para Castellón y afecta a la Diputación, al ayuntamiento de la capital y al de otros municipios importantes, como Burriana y Almassora, donde los resultados permiten pactos con Compromís o Ciudadanos.

EL PAPEL DE CIUDADANOS // Ciudadanos, pese a que su resultado electoral no fue para tirar cohetes (no logró ninguna alcaldía y perdió la tercera plaza en votos que en las autonómicas había arrebatado a Compromís), podría jugar finalmente un papel protagonista si decide levantar el veto a los pactos con el PSPV.

Por el momento, ayer tanto el líder autonómico, Toni Cantó, como la secretaria de organización provincial, Sandra Julià, anunciaron que se creará un Comité Autonómico de Negociación de Pactos que, en todo caso, rendirá cuentas al nacional. En cualquier caso, desde la formación naranja indicaron ayer que este órgano analizará «ayuntamiento por ayuntamiento», sin dar pistas sobre casos concretos.

TODAS LAS OPCIONES ABIERTAS // De momento, sabedor de su posición de fuerza, el PSPV deja abiertas todas las opciones. De hecho, incluso ve con buenos ojos que Cs haya decidido no vetarles en los pactos poselectorales. Así lo aseguró el president de la Generalitat, Ximo Puig, que dijo que le parece «razonable» la nueva posición del partido liderado por Albert Rivera. «Hay que intentar romper la política de bloques», apuntó el jefe del Consell. Por su parte, el secretario general de los socialistas de Castellón, Ernest Blanch, manifestó, refiriéndose a la Diputación, que los acuerdos con Compromís parecen el «ecosistema natural», pero no descartó un ejecutivo en solitario, reivindicando su crecimiento electoral.