El president de la Generalitat en funciones y secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig, resaltó ayer lunes en València que su partido ha aumentado 100.000 votos en un mes y sigue avanzando porque propone «un espacio abierto, no sectario, no fanático en el que se puede sentir cómodo la mayoría de la sociedad».

Puig, quien presidió la comisión ejecutiva nacional de los socialistas, valoró además que los resultado en la Comunitat Valenciana «consolidan la posición de fuerza de hace un mes», lo que ha permitido hitos importantes como recuperar la Diputación de Castellón. «El Partido Socialista es la primera fuerza de la Comunitat Valenciana, somos los que más hemos avanzado y los que más contribuimos a la construcción de gobiernos progresistas en todo el territorio», añadió.

Destacó que «en muchos ayuntamientos se haya avalado la acción de los socialistas lo que demuestra que no hay nada más fuerte que el hecho».

Preguntado por si estos resultados le dan fuerza en la negociación del nuevo gobierno del Botànic, aseguró que «cuando hay una negociación hay que atender el resultado electoral», y ellos lo harán «desde la máxima concordia y humildad para buscar lo mejor posible para la Comunitat tanto a nivel municipal como autonómico». Por otra parte, hizo un llamamiento «especial» a Ciudadanos para «conseguir que la extrema derecha no condicione el Ayuntamiento de Alicante».

La extrema derecha no debe condicionar la nueva alcaldía y desde esa perspectiva creemos que hay una mayoría que se puede articular alrededor de un centro progresista que puede ser capaz de dar estabilidad a la ciudad», puso de manifiesto.

Consideró «lamentable que las derechas españolas, en un momento determinado, abracen sin más a la extrema derecha», y por eso indicó que «si de verdad hay alguien en Ciudadanos que tiene un espíritu profundamente democrático no puede abrazar a la extrema derecha», así como ofreció «la máxima generosidad» y dijo que están «abiertos a negociar, a hablar y avanzar».