La Unió de Llauradors ha presentado, junto a otras entidades e instituciones, un proyecto denominado Garrofa Viva para impulsar el cultivo de la algarroba desde el punto vista económico, medioambiental, saludable y turístico-gastronómico. La provincia de Castellón posee casi la mitad de la superficie de algarrobos de la Comunitat Valenciana y constituye un emblema de nuestro territorio. El paisaje de este árbol milenario, junto con la arquitectura de la piedra seca, se ha convertido en patrimonio cultural y decenas de sus ejemplares son susceptibles de disponer de la protección de la legislación de arbolado monumental.

El algarrobo tiene valor ambiental. Tiene la capacidad de mitigar los efectos del cambio climático gracias a su papel como sumidero de CO2 y para prevenir la erosión, desertización, inundaciones o incendios. Su resistencia a la sequía hace del algarrobo una especie valiosa para la recuperación de zonas degradadas. Tiene también propiedades saludables y dietéticas muy interesantes, como por ejemplo la ausencia de gluten (apta para celiacos), y la belleza de su paisaje también está aconteciendo un recurso de atractivo turístico.

Aun así, la pérdida de rentabilidad de los algarrobos ha conllevado un abandono de los campos y, con esta tendencia, a la decadencia de un paisaje característico de la vertiente mediterránea, a la vez que a la pérdida de un recurso agrícola que podría tener futuro.

En el marco de la celebración en 2016 del Año Internacional de la Legumbre, LA UNIÓ pretende revitalizar así el sector de la algarroba a través de varias vías: la económica-agronómica, la de la investigación, la ambiental, la turística -rutas y gastronomía- y la vertiente vinculada a la salud, a través de la promoción de una dieta saludable, sostenible y de productos próximos de nuestra tierra.

Para ello va a tratar de promover acciones con objeto de conseguir la viabilidad económica del cultivo de la algarroba, así como también la actividad comercial de los productos vinculados a este fruto. Y lo hará divulgando mediante jornadas, seminarios, o cualquier otra iniciativa de difusión y diálogo ciudadano, los valores de los algarrobos y la algarroba. Favoreciendo así mismo la unión y coordinación de todos los esfuerzos de administraciones, productores, comercializadores e investigadores desde los diversos ámbitos.

Se pretende impulsar y apoyar todas las iniciativas de investigación en las vertientes agrícola, ambiental y de dieta saludable; a la vez que asumir un compromiso en la protección de ejemplares de algarrobos centenarios-milenarios o característicos y de señalización de rutas turísticas vinculadas a sus cultivos.

Finalmente, y no menos importante, se va a tratar de fomentar la gastronomía autóctona con productos relacionados con la algarroba y sus valores saludables, a la vez que potenciar el turismo vinculado a este cultivo. Ya lo saben, Garrofa Viva.