Ya hay quien muy hábilmente va lanzando mensajes desalentadores. «El mercado va muy lento. El mercado no las quiere», y luego te proponen comprarlas a 0,18 euros el kilo. ¿Cómo quedamos? ¿Si no la quieren por qué me proponen un precio? ¿No resulta contradictorio?

Los citricultores castellonenses tienen una clara ventaja sobre el resto de sus competidores que deben saber aprovechar al máximo: son el principal productor de la mejor clementina del mundo, la clemenules. Y esa situación de privilegio debe permitir a los agricultores de la provincia que hagan valer la calidad de sus frutos en el mercado mundial de los cítricos. Y hay quien compra para tener esta fruta para más adelante... Por eso, desde la Federación Provincial de Agricultores y Ganaderos de Castellón (Fepac-Asaja) se recomienda a los productores de clemenules que retrasen, en lo posible, al máximo la recolección de los cítricos para mejorar su posición y su cotización en el mercado europeo que, durante las pasadas semanas, aún estaba copado por la fruta procedente del hemisferio sur, pero hoy ya ha desaparecido. Somos conscientes de que muchos citricultores no van a poder acometer dicho retraso por las características de sus producciones. Defendemos la adopción de tratamientos para retrasar la maduración y especular, quien pueda hacerlo, la recolección de la clemenules. El inicio supuso un freno de fruta que arrastrará a los precios y, por lo tanto, la clemenules debería aparecer en el mercado cuando apenas tenga competencia y pueda garantizarse un precio digno.

Sería deseable que la mayor parte de la cosecha aparezca en el mercado cuando Castellón sea la principal oferta citrícola. Es decir, a mediados de noviembre o principios de diciembre para abarcar la campaña de San Nicolás, Navidad y Reyes, momento en el que se podrá obtener unos precios mejores, ya que si lo hace antes tendrá que competir con otra fruta. Además, en esta estrategia hay que sumar que la calidad de la fruta de este año es muy buena y, por lo tanto, nos ayudará a incrementar nuestro prestigio y la demanda en próximas campañas.

Sin embargo, debemos entender que la mejor forma es dosificar nuestra cosecha, repartirla razonablemente y no acumularla al final, ni al principio, sino que ésta se recoja y venderla de manera escalonada, teniendo en mente comercializar la fruta de calidad y por ello el retraso nos ayuda a este cometido… Así se conseguirá un aumento de la rentabilidad para los agricultores castellonenses. H