El agroalimentario, marcado por los cítricos, también innova. Lo hace en la búsqueda y cultivo de nuevas variedades de naranja (y otros cultivos, como almendra), que amplíen la campaña y produzcan más. Pero también en las empresas comercializadoras, que invierten en nueva maquinaria que ahorra costes -como calibradores electrónicos- o ‘packaging’, que se dirige hacia envases pequeños.