Quiero recordar que en 1979, siendo presidente de la Diputación de Castellón, recibí la visita de las damas de la Asociación Provincial contra el Cáncer, Pepa Sancho, Mensín Jordan y Juana Pérez Heredia. Venían a pedir a la Diputación que comprase una bomba de cobalto para los tratamientos a enfermos oncológicos que tenían que recibir su tratamiento en Valencia. A los pocos días, me trasladé a Madrid y conseguí del Ministerio de Sanidad una subvención de 162 millones de las antiguas pesetas, para un coste total de la Diputación de 441 millones de pesetas. Con esta inversión, conseguimos una unidad oncológica que fue tan buena como la que se puso en marcha en Barcelona y mejor que la de Valencia. Por vocación y tradición de las diputaciones en materia de sanidad, se renovó al mismo tiempo el departamento de psiquiatría con más de 40 millones de pesetas.

Por ello, después de 37 años, estoy indignado por la situación de abandono en que se encuentra la unidad de oncología del Hospital Provincial. Así, el pan de cada día con el que nos encontramos los castellonenses es la precariedad en la que se encuentra el acelerador de radioterapia y el instrumental de radio diagnóstico. Mientras tanto, el gobierno de la Generalitat está en espera de que pague la Diputación su mantenimiento, mientras el Consell de Ximo Puig prefiere reabrir Canal 9, operación que costará unos 150 millones de euros. Mi indignación me lleva al extremo de preguntarme si Puig está capacitado para dirigir la Generalitat.

En el año 1999, la Conselleria invirtió más de 5.000 millones de pesetas para modernizar el Hospital Provincial. Una de las actuaciones que se realizó fue la puesta en marcha de una unidad de oftalmología en homenaje al doctor Menezo, gran especialista que tuvimos en Castellón. Los tiempos han cambiado y hoy la sanidad está descentralizada y es competencia de la comunidad autónoma. Por ello, opino que el funcionamiento y el coste del Provincial, incluido el famoso acelerador, debe asumirse por la red hospitalaria de la Generalitat.

El asunto de la unidad oncológica del Provincial viene de lejos y, por lo tanto, me indignan algunas de las políticas que realizaron dirigentes sanitarios del CICU del Consell del Partido Popular que, como en el Quijote, tengo que decir “aquello de cuyo nombre no quiero acordarme…”.

También hemos sabido que recientemente se han cambiado las llamadas sanitarias de urgencias a Valencia. Ya sabemos que el presidente Puig quiere desmantelar la Diputación y en consecuencia la provincia. En Pontevedra, a Rajoy lo declararon persona non grata por una tontería. ¿Cómo había que calificar a Puig por el trato que está dando a la provincia de Castellón?

*Expresidente de la Diputación Provincial de Castellón