España necesita un Gobierno sólido, progresista, estable y coherente que responda a las grandes demandas de nuestra sociedad: trabajos dignos y pensiones justas, la lucha contra la desigualdad y la pobreza, el liderazgo en la revolución tecnológica, la respuesta a la emergencia climática, la plena igualdad de la mujer y la lucha contra la violencia de género, y situar a una España unida y diversa en el corazón y la cabecera de Europa.

Hace 15 meses se abrió una nueva etapa política con el triunfo de la moción de censura en España. Fue una censura contra la corrupción del PP relatada en una sentencia demoledora de la Audiencia Nacional. Fue una censura al Gobierno del PP, que dedicaba más tiempo a defenderse en sede judicial que en defender los intereses de España. Y ahí sigue el partido de Mariano Rajoy, que desde el 2016 solo ha ofrecido a los españoles inoperancia y ausencia de soluciones, parálisis y bloqueo político.

DURANTE 10 MESES, el Gobierno socialista surgido de aquella moción de censura ha demostrado que se puede gobernar de otra manera. Han sido diez meses en los que los viernes del Consejo de Ministras y Ministros pasaron de ser los viernes de dolores con el PP a los viernes sociales con el PSOE. La conclusión de aquel trabajo fue la presentación de un proyecto de Presupuestos Generales del Estado de talante progresista como ejemplo de que se podía crecer económicamente con justicia social.

Lamentable, aquellos presupuestos no salieron adelante porque la derecha se unió con los independentistas y no los apoyaron. Y fuimos a elecciones el 28 de abril. Los españoles dieron la victoria al PSOE y eligieron avanzar sin aventuras, con seguridad y moderación. Nuestra pretensión siempre fue la de llegar a un acuerdo político con una sola condición: que fuera un Gobierno estable, coherente y no un Gobierno dividido desde el inicio. Un Gobierno que actuara con el horizonte de una legislatura y no de una investidura. Un Gobierno que no dependiera de las fuerzas independentistas.

CONOCES el desenlace de estos cinco meses de negociaciones frustradas. Soy consciente del enfado que pueda tener la ciudadanía. Yo también lo tengo. El PSOE ganó las elecciones de una manera bastante rotunda y nunca pensamos que nos íbamos a encontrar con esta situación de bloqueo.

Ahora tenemos delante un nuevo reto. Una emergencia para conseguir un resultado aún más amplio y claro que nos permita alcanzar ese Gobierno progresista, estable y coherente que necesita España. Nuestro ecosistema siempre es y será la izquierda.

Nuestras propuestas están recogidas en un programa profundamente social que incorpora 370 medidas surgidas de decenas de encuentros con más de cien asociaciones y colectivos que esperan de la política una respuesta a la altura de los desafíos que tiene la sociedad española.

UN PROGRAMA al servicio de una España que avanza y no retrocede. Progreso frente a involución. Justicia social frente a desigualdad. Y limpieza frente a corrupción. Los valores que representa el PSOE frente a los que supone la derecha. Necesitamos una mayoría progresista abierta al diálogo con la sociedad civil. Hemos de dejar atrás el bloqueo y dar paso a un periodo de transparencia, convivencia y avances sociales.

Quiero buscar la complicidad de los ciudadanos y las ciudadanas, a pesar de su lógico enfado. Nuestros aliados son todos los españoles dispuestos a construir un país mejor, los que apuestan por mejorar la vida de la mayoría de la sociedad y construir un país más decente y más próspero. Los y las que quieren seguir avanzando.

*Diputada nacional del PSOE por Castellón