Los comuns exigieron este sábado a ERC "cabeza fría" y "valentía" para investir a Pedro Sánchez presidente del Gobierno y asegurar así un Ejecutivo del PSOE y Unidas Podemos para los próximos cuatro años. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, recetó "serenidad, responsabilidad, inteligencia y valentía política" tanto a los suyos como a los republicanos para poder cimentar un Gobierno "de progreso".

"La pregunta es clara y no es retorica: ¿cuál es la alternativa? No hay alternativa", espetó Colau durante el consejo nacional de Catalunya En Comú. Los morados renovaron su dirección y se estrenaron la propia alcaldesa junto a la presidenta del grupo parlamentario, Jéssica Albiach, y la primera teniente de alcalde de Castelldefels, Candela López, como nuevas coordinadoras. Colau aprovechó su intervención en el cónclave para avisar a los independentistas de los riesgos de "volver atrás" o situarse en "escenarios mucho peores" con el auge de la extrema derecha en España y sostuvo que el nuevo Gobierno está más cerca que nunca "después de una década de recortes, confrontación e inestabilidad".

En esta dirección, abogó por inaugurar una etapa de diálogo para resolver el "conflicto político" en Cataluña, una vez constatado que "la judicialización ha fracasado y no tiene más recorrido". En cuanto a la sentencia de inhabilitación del Tribunal Superior de Justícia de Cataluña (TSJC) al president Quim Torra, y a la resolución del Tribunal de Justicia de la Unión Europa sobre la inmunidad del líder de ERC, Oriol Junqueras, dijo que estos fallos evidencian "que la estrategia de judicialización de un conflicto político no ayuda a resolver nada, sino que, al contrario, lo complica".

Albiach añadió que la sentencia del TJUE supone "una bofetada al Tribunal Supremo" y, aunque lamentó la inhabilitación de Torra condenado "por quitar o poner una pancarta, que no deja de ser un acto simbólico", dijo que el jefe del Ejecutivo catalán "pasará a la historia como el peor presidente de la Generalitat".

Presupuestos y elecciones

Albiach situó como prioridades salir del bloqueo y abrir la perspectiva de un gobierno progresista en Cataluña. Así, se vanaglorió de haber logrado un acuerdo sobre ingresos para los presupuestos catalanes y justificó que se han sentado a negociar las cuentas por corresponsabilidad: "Hacer oposición no es montar pollos, es controlar al Gobierno y hacer políticas para mejorar la vida de la ciudadanía", añadió.

Celebró que se haya consensuado una reforma fiscal y haber "arrastrado al Govern" a hacerla, y opinó que esta reforma no es un capricho, sino que es redistribución de la riqueza, justicia social y hacer frente a la emergencia climática, en sus palabras. Según ella, Cataluñanecesita un desbloqueo económico y después un desbloqueo político "con unas elecciones que son imprescindibles en Cataluña", ya que considera que el Govern está agotado y ha fracasado en la consecución de sus objetivos.

También se fijó en el acuerdo con el PSOE para forjar un futuro Gobierno en España, y subrayó que "es importante un gobierno de progreso en el Estado" y que su formación es "la garantía del diálogo y de la política, de la radicalidad democrática".