Albert Rivera se harta a repetir que entre PSOE y PP hay una guerra fría, que él quiere apaciguar. Si bien, después de queCiudadanos haya firmado un acuerdo con los socialistas, sus relaciones con los populares no pasan por el mejor momento. Prueba de ello es que el dirigente catalán escribió el jueves una carta aMariano Rajoy para intentar reunirse con él antes de la investidura de Pedro Sánchez y recabar así su apoyo al pacto a dos, en lugar de llamarle por teléfono, como ha hecho en otras ocasiones. El líder del PP le contestó también por vía epistolar. Con tono educado -“sabes que siempre está a su disposición” señala-, le reprocha que no le haya telefoneado y le conmina a verse pero tras la previsible derrota de Sánchez, para intentar conformar una gran coalición liderado por el PP.

Rivera no se ha tomado muy bien la negativa de Rajoy. En un tuit censuró que el dirigente conservador dijera “no al Rey y ahora no al consenso constitucionalista”. Asimismo, en una entrevista en Antena 3, recordó su “mala gestión” en aspectos sociales, económicos y de lucha contra la corrupción. Y lamentó que por boca del PP solo haya reproches pero “ni una sola crítica al contenido del documento”, que a C’s elaboró con la mirada puesta en que pudiera ser suscrito por el partido ganador de las elecciones. Pese a sus ataques, Rivera se mostró dispuesto a negociar con Rajoy “puntos comunes” si Sánchez falla y el monarca propone al popular como candidato. “Si el presidente del Gobierno es del PP o del PSOE, es algo que me da igual”, sostuvo.

LAS CRÍTICAS DE BUENA PARTE DEL PP

Pero a Rajoy no le da lo mismo, especialmente porque opina que ganar los comicios le legitima para presidir el Ejecutivo. El presidente está pues esperando a que Sánchez se estrelle para intentar él marcar el paso. El conservador prevé citar a Rivera el lunes 7 de marzo, justo después de la segunda sesión de investidura de Sánchez, que se celebrará el viernes o sábado anterior. Buena parte del PP reprocha a Rajoy no haber aprovechado estos meses para atraer a Rivera a su causa. Si bien, la cúpula popular jamás imaginó que la fuerza naranja, que ha crecido a costa de los votos perdidos fundamentalmente por el PP, iba a firmar un pacto tan cerrado con el PSOE. Asimismo, desdeñaron acometer un acercamiento serio porque sus 40diputados son insuficientes para que el PP retenga el gobierno. No obstante, a partir de marzo prevén usar al líder ‘naranja’ como puente para acercarse al PSOE.

Rajoy y su equipo tienen claro es que los socialistas son “imprescindibles”, como este viernes reconocióSoraya Saénz de Santamaría, quien en respuesta a Rivera lanzó un severo ataque a muchos de los acuerdos de C’s y PSOE. La estrategia de Rajoy pasa por tanto por mantener nuevas reuniones con Rivera, nombrar si es preciso un equipo negociador -“por trabajar no va a quedar”- afirmó la vicepresidenta, pero sin necesidad de llegar a un acuerdo sellado, salvo que las circunstancias indiquen que este es el mejor modo de atraer a Sánchez.

El líder del PP sostiene además que solo se presentará a la investidura si tiene apoyos “suficientes”, es decir, si logra de algún modo la complicidad del PSOE. Y como ha criticado duramente a C’s y socialistas por engañar a la sociedad al firmar un pacto que no sirve “para nada”, es poco probable que transite por el mismo camino, así como que Rivera se preste a ello. Su táctica pasa pues por presionara Sánchez para que, aunque sea in extremis, acabe apoyándole, algo que a día de hoy parece un imposible.