Hace ahora un año Pedro Sánchez se presentó a las elecciones generales del 28-A decidido arriesgarse para fortalecer su posición como presidente, consciente de la debilidad con la que había nacido su mandato, en la alianza frágil de una moción de censura cuyo espíritu se diluía. Él y su equipo prepararon entonces todos los escenarios posibles dentro de las reglas de la política. Prepararon incluso lo imposible, pero no lo distópico.

En el primer aniversario de los comicios, al jefe del Ejecutivo no le queda ni un papel sobre la mesa de aquellos horizontes razonables, ni de las leyes que planeó para una legislatura que se ha ido por el desagüe. Sobre su mesa, y en la del Consejo de Ministros, estuvo este martes la decisión más arriesgada que ha tomado hasta ahora: el plan de desescalada para transitar hacia una «nueva normalidad» que debe llegar a final de junio.

Sabe que su Gobierno no se puede permitir errores en el camino de desconfinamiento, sabe que enfrente tiene al Partido Popular, Vox y algunos presidentes autonómicos esperando a que se queme por ir demasiado rápido o demasiado lento. En esa tensión entre la prevención de contagios y la necesidad de reactivar una economía en shock, Sánchez se preparó a conciencia para anunciar cómo será la salida a un mundo que ya es otro, consciente de que no solo se juega la presidencia y su nombre en los libros de Historia, sino el futuro de un país entero. La hoja de ruta presentada ayer es esta:

ASIMETRÍA

Por provincias, sin viajes fuera

El Gobierno presidido por Pedro Sánchez estima que la desescalada durará entre 6 y 8 semanas, y estará completada a final de junio. La descompresión es asimétrica y se hará por provincias o islas, que irán transitando por cuatro niveles. No se podrá viajar a otra provincia con fase distinta, esa movilidad queda restringida salvo por razones laborales y, a partir del nivel uno, también para velatorios. Cada fase durará 15 días. Para avanzar de una etapa a la siguiente habrá que cumplir con determinados marcadores, que serán públicos: la capacidad de atención hospitalaria y ucis, la situación epidemiológica en la zona, las medidas de protección en transportes, y datos socioeconómicos. «Viene la parte más peligrosa y más difícil», advirtió Sánchez, «vamos a iniciar una travesía sin disponer de GPS», puntualizó el presidente.

LAS ISLAS, PRIMERO

Fase cero: deporte y comida para llevar

Todo el país está en esta fase la semana que viene, salvo las islas de Formentera (Baleares), y la Graciosa, la Gomera y Hierro (Canarias), que entran directamente en la fase uno por la baja incidencia del coronavirus. A partir del 2 de mayo habrá salidas para hacer deporte y paseos. Se abren «resquicios» de actividad económica. Apertura de locales y establecimientos, siempre con cita previa, para la atención individual de clientes. Los restaurantes pueden abrir para servir comida a domicilio pero no habrá consumo en el local. Se permite el entrenamiento individuales de deportistas federados y ligas profesionales.

NO A OTRAS CASAS

Fase uno: terrazas y pequeño comercio

A partir del 11 de mayo. Se permite el inicio parcial de actividades como el pequeño comercio (no grandes centros comerciales por riesgo de aglomeración). En restauración, se abren terrazas con limitaciones hasta el 30% del aforo siempre que haya distanciamiento e medidas higiene. Abren hoteles pero no se podrán usar sus zonas comunes. Los mayores de 65 años tendrán horario preferente para ir a locales. Se retoman actividades en agricultura y pesca. Los lugares de culto podrán abrir con un tercio del aforo. Se abren centros de alto rendimiento, entrenamiento medio en ligas profesionales. Se permiten velatorios con medidas de seguridad e ir a segundas residencias, pero no a visitar a amigos o familiares a sus casas. En resumen, podrá quedar con otras personas por ejemplo en la terraza de un bar, pero no ir a visitarles a sus domicilios.

CULTURA LIMITADA

Fase dos: cines y restaurantes

A partir del 25 de mayo. Se abre el espacio interior de bares y restaurantes con un tercio del aforo siempre que tengan garantías de separación y solo para servicio de mesas. El curso escolar comienza en septiembre, pero se hace una excepción para que en esta fase dos, en mayo, puedan reabrir centros educativos con tres propósitos: actividades de refuerzo, garantizar que los menores de seis años puedan acudir en el caso de que ambos progenitores tengan que trabajar presencialmente, y para realizar las pruebas de acceso a la universidad (EVAU).

Reabren cines, teatros, auditorios y conciertos con aforo limitado a un tercio y butaca preasignado. Visitas a salas de exposiciones y conferencias también con un 30% de su aforo habitual. Se podrán celebrar espectáculos culturales de menos de 50 personas en lugares cerrados con un tercio del aforo y, si son al aire libre, con un máximo de 400 personas y siempre sentado. Los lugares de culto podrán incrementar el aforo hasta el 50%. Se permite la caza y la pesca deportiva.

CARA AL VERANO

Fase tres, se abren las playas

La tercera fase arranca el ocho de junio. Se flexibiliza la movilidad general de la población. Reapertura de las playas. En el ámbito comercial se limitará el aforo al 50% con distancia mínima de dos metros. En restaurantes, se suavizan las restricciones del aforo y ocupación, pero se mantienen condiciones estrictas de separación del público.

POSIBLES PRÓRROGAS

Apertura total y viajes entre zonas

El Gobierno de Pedro Sánchez espera alcanzar esta fase la semana del 22 de junio. Se permitirá entonces una apertura total de la actividad económica, aunque con condiciones de distanciamiento social y seguridad que se tendrán que mantener hasta que haya una vacuna contra el virus. Será entonces cuando se podrá viajar a cualquier provincia de España. Durante todo el proceso de desescalada seguirá siendo necesario el uso de mascarillas y medidas de higiene. El Ejecutivo español seguirá pidiendo en el Congreso de los Diputados prórrogas del estado de alarma cada 15 días hasta entonces.

LA DISCUSIÓN

Salidas por franjas horarias, en estudio

Aunque la Generalitat de Cataluña viene reivindicando que la desescalada del confinamiento se acompañe de franjas horarias para salir a la calle sin aglomeraciones, el Gobierno central no ha adoptado esta decisión. Sánchez admitió en su comparecencia de prensa que el Ejecutivo la está «estudiando y analizando» dicha propuesta, puesto que hay territorios que lo piden y otros que no estarían de acuerdo. En todo caso, dejó claro un mensaje principal: «Si tenemos que elegir entre prudencia y riesgo, este Gobierno elegirá la prudencia».