Pablo Iglesias se presentó ante el consejo ciudadanos de Podemos con un escenario delicado encima de la mesa. La irrupción de Más País, la ruptura de la alianza con Equo, el desmembramiento de Podemos Murcia y las exigencias de Teresa Rodríguez de una mayor autonomía para Adelante Andalucía dentro de Unidas Podemos, no situaban al líder morado en la mejor posición. Ante este panorama, el secretario general del partido marcó perfil contra Íñigo Errejón y Pedro Sánchez e hizo un llamamiento a la unidad dentro de la formación que, por el momento, todos parecen defender.

Desactivar el discurso de Sánchez y Errejón, sus dos principales rivales en la repetición electoral, fue su objetivo central. Ante la cúpula estatal del partido, cargó contra el que fuera su compañero por querer mantener vivo el bipartidismo y contra el que era su socio preferente hasta hace unas semanas por mentir y llevar al país a unos nuevos comicios.

Las críticas más duras fueron contra el jefe del Ejecutivo en funciones. Le reprochó nuevamente haber mentido, provocar una repetición electoral para poder dormir tranquilo y reducir toda su estrategia a un «lo que sea antes de gobernar con Unidas Podemos». Además, Iglesias insistió en las interferencias de los poderes económicos para evitar que los morados tengan presencia en el Consejo de Ministros. «La pieza de caza mayor en estas elecciones somos nosotros», avisó a las bases antes de pedirles que «no bajen los brazos».

Las referencias a Errejón fueron más veladas: el líder de Podemos evitó entrar en la confrontación directa que el candidato de Más País ya esquivó el pasado miércoles. No obstante, Iglesias le acusó de regresar a la política estatal para respaldar el sistema de alternancia en el poder entre el PSOE y el PP. Así, explicó, que el candidato de Más País apostó en 2016 por apoyar un Gobierno del PSOE con Ciudadanos y de querer hacer presidente a Sánchez «gratis y sin garantías, como mal menor» en el último mes.

no es FUERZA SUBALTERNA / A este respecto, el líder morado aseguró que «los inscritos, en todas las consultas, señalaron que Podemos no nació para apuntalar el bipartidismo» ni para ser «una fuerza subalterna» que solo pueda influir en si se instalan en la Moncloa los populares o los socialistas.

Ni una palabra gastó Iglesias en referirse a las consecuencias que puede tener la aparición de Más País en la elecciones generales. No obstante, fuentes de la formación morada reconocen que la presencia de Errejón en territorios como Murcia, donde ya está decidido que se presentarán, o en Málaga, donde parece que están barajando alianzas, fragmentará el voto de la izquierda y dará al bloque de la derecha el último escaño en disputa.

Los morados parecen ser conscientes de que la principal medida para enfrentar a Más País pasa por dejar apartados durante un tiempo los problemas internos y encarar el 10-N unidos. Así, el secretario político de Podemos Andalucía, Pablo Pérez Ganfornina, anunció que la propuesta de Adelante Andalucía de presentarse a los comicios con una lista única en la que fueran todas las formaciones andaluzas a la izquierda del PSOE -incluido Errejón- y que, además, gozase de más autonomía dentro de Unidas Podemos, al estilo de En Comú Podem, quedaba paralizada hasta después de las elecciones.

«Nos ponemos a hacer campaña [por Unidas Podemos] por lealtad al pueblo andaluz», sentenció Ganfornina tras lamentar que ni Iglesias ni Errejón hayan respondido en los últimos días a la oferta planteada por la líder de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez.