El secretario general de las Juventudes Socialistas de España (JSE), Omar Anguita, reconoció ayer que para él es «muy doloroso» ver en Cataluña a gente joven preparada» que «defiende la independencia como si fuese la panacea ante todos los problemas».

En el XII Congreso de las Juventudes Socialistas de La Rioja, Juventudes con denominación de origen, el líder nacional de las Juventudes Socialistas aseguró que «esta semana ha sido un poco dura» y expresó «un cierto pesimismo», porque consideró que «se ha perdido una oportunidad».

«Nos jugábamos mucho como país el 21 de diciembre, aquellos que defendemos la estabilidad de este país y de Cataluña no hemos conseguido mandar el mensaje a la juventud, que una vez más, ha vuelto a votar a aquellos que quieren romper la convivencia», subrayó.

A su juicio, los jóvenes deben «dejar de mirarse el ombligo y tienen que mirar para fuera». Recalcó además que los jóvenes socialistas no se afiliaron a esta organización para hablar sobre sus estatutos o elegir a un nuevo secretario general, sino que lo hicieron para «cambiar el futuro».

Por ello, lamentó que «el mundo imaginario» que ideó el fundador de su organización, Tomás Meabe, «sigue estando muy lejos», porque no se ha alcanzado la «igualdad».

«Ninguna bandera, ninguna frontera, ninguna barrera pintada en el suelo va a garantizar la educación pública, ni una sanidad gratuita y universal», destacó, para luego añadir: «Tampoco ninguna división entre territorios va a garantizar la igualdad», porque, aún, en 2017, una mujer necesita en España trabajar 52 días más al año para cobrar el mismo salario que un hombre y uno de cada cuatro jóvenes ven con naturalidad la violencia machista, señaló.

Con un 40% de tasa de paro juvenil, la emancipación es «un reto y un derecho», agregó Anguita, quien recordó que «una Europa injusta e insolidaria deja morir a familias en sus costas». Ese futuro es el que se ha comprometido a «cambiar» mediante la «lucha activa en la calle».