La Policía Nacional detuvo a lo largo del día al menos a 17 personas por los disturbios a las puertas de la Jefatura de Via Laietana de Barcelona, donde grupos de radicales arrojaron objetos a los agentes que custodiaban el edificio, como piedras y petardos e incendiaron contenedores, tirado material de obra y pirotecnia. Además, al menos 62 personas resultaron heridas en los enfrentamientos, 41 en Barcelona, según los datos facilitados por el Sistema de Emergencias Médicas a las 22.00 horas.

Los jóvenes se quedaron tras la concentración de estudiantes que recorrieron el centro de la ciudad y aumentaron la intensidad de los ataques de la mañana, cuando la Policía detuvo a tres jóvenes que lanzaban todo tipo de objetos. Al grito de Els carrers seran sempre nostres (las calles serán siempre nuestras), los concentrados lanzaron huevos, latas, botellas de vidrio, botellas de plástico llenas de agua y cubitos de hielo a la línea policial, que por la mañana integraban exclusivamente agentes de la Policía Nacional.

Por la tarde, los concentrados intensificaron las agresiones y se acercaron mucho a la comisaría, por lo que los antidisturbios realizaron varias cargas para que retrocedieran hasta la altura de la calle Comtal. Los policías tuvieron que alejar también a un señor mayor que increpaba a los jóvenes, les amenazaba con un bastón, y no se retiraba.

La situación se fue complicando por momentos mientras en el paseo de Gracia se realizaba la gran manifestación pacífica en protesta por la sentencia a los líderes independentistas. La Policía Nacional llegó a emplear pelotas de goma y gases lacrimógenos contra los manifestantes violentos.

La Policía, con cargas de agentes y avanzando las furgonetas, logró finalmente despejar la Via Laietana de la presencia de los jóvenes encapuchados, unos 500, que amenazaban con volver a recuperar el terreno perdido. Al ser desplazados, los manifestantes se concentraron en la plaza Urquinaona y la calle Fontanella, donde siguieron quemando contenedores y provocando caos.

Las exhibiciones de fuerza de los jóvenes se recrudecieron al caer el sol, en lo que fue la quinta noche de disturbios en la ciudad. Un agente recibió el impacto de una piedra y tuvo que ser ayudado por sus compañeros, mientras un fotógrafo que cubría la manifestación resultó herido, con una brecha abierta en la cabeza, por uno de los objetos lanzados contra la línea policial. Otro policía nacional quedó herido grave sobre las 20.00 horas por una agresión en la cabeza, seguramente por una piedra.

Los Mossos d’Esquadra accedieron por la noche a la Via Laietana con una tanqueta de agua hasta ahora nunca utilizada en Cataluña para abrir paso a los vehículos policiales entre las barricadas que ocupan la calzada por la manifestación independentista.

Dos equipos de informadores de TVE fueron agredidos en la Via Laietana. Un manifestante agredió a una reportera en la espalda con el palo de la bandera que portaba, mientras otros concentrados le lanzaban huevos.

Entretanto, otro grupo de concentrados intentó sustraer la cámara a un operador de TVE y ha agredido también con un palo a la reportera que le acompañaba.

Además, el periodista de El Periódico de Catalunya Carlos Márquez Daniel resultó herido en la madrugada del jueves al viernes, mientras cubría los disturbios, por una bala de foam disparada por los Mossos d’Esquadra.