Tras el pacto con Ciudadanos, la investidura fallida y la ruptura con Podemos, Pedro Sánchez afronta las elecciones como un todo o nada. Aspira a revalidar la secretaría general del PSOE, pero sus opciones dependerán de las urnas.

-¿En qué número de diputados sitúa la frontera que separaría el éxito del fracaso del PSOE el 26-J?

-Solo concibo el triunfo. Estas son unas nuevas elecciones, no una segunda vuelta ni una repetición electoral. Hasta el 20-D, los españoles podían suponer lo que íbamos a hacer los candidatos:Iglesias, Rivera y yo mismo. De Rajoy no hablo, porque es la pereza y el inmovilismo. Pero hoy los españoles ya tienen certezas: saben que votar al PSOE es votar cambio. Planteamos estas elecciones como un plebiscito de sí o no al cambio, a un cambio que acerque a España y Catalunya y que traiga mayores cotas de igualdad, honradez y diálogo. No me planteo otra cosa que la victoria electoral y ser la primera fuerza política. Hoy los socialistas somos más necesarios que nunca, y quienes quieran el cambio acabarán apostando por el PSOE.

-¿Un plebiscito sobre el cambio o sobre Rajoy?

-Sí, estas elecciones son un plebiscito sobre Rajoy y sobre el cambio, porque ambas cosas van unidas. El cambio trasciende a la figura de Rajoy, pero sin su salida ese cambio no será posible. No podemos estar otros cuatro años así. Las transformaciones que necesita España exigirán mucho consenso, acuerdos transversales y la salida de los gobernantes incapaces de dialogar y acordar. España no se merece ser gobernada por la pereza de Rajoy ni bloqueada por la intransigencia de Iglesias.

-¿Qué le aporta Margarita Robles como número dos por Madrid?

-Solvencia, compromiso y apertura, porque es una independiente de reconocido prestigio. No necesitamos cualquier Gobierno, sino un Gobierno de cambio.

-¿Y el relevo de Carme Chacón por Meritxell Batet?

-Respeto las decisiones personales y políticas de Carme, que tras muchos años en primera línea ha decidido dar un paso atrás. La elección de Meritxell Batet demuestra que el socialismo tiene mucha cantera.

-Las bases de Podemos e IU han refrendado por amplia mayoría su alianza electoral. ¿Es la principal amenaza para el PSOE en estas elecciones?

-Lo que tenemos que hacer es darle una sorpresa a Rajoy: articular una mayoría de progreso que garantice ese cambio. Hablo con muchos votantes de Podemos que pensaban que su entendimiento con el PSOE revitalizaría a la izquierda para ganar al PP y a Rajoy. Desgraciadamente, Iglesias votó contra un candidato socialista a la Presidencia. La pregunta que debe responder es si mantedrá ese no tras el 26-J o participará del cambio junto al PSOE.

-El 26-J se presentan los mismos candidatos con idénticos programas, o sea que la única incógnita es quién pactará con quién...

-Somos los mismos, pero ahora los electores ya nos conocen a todos. Saben quiénes somos y qué hacemos. Los españoles el 20-D votaron cambio, y dijeron que el cambio no era patrimonio de un solo partido. Desgraciadamente, eso solo lo entendió el PSOE, porque las otras dos fuerzas del cambio se vetaron mutuamente: Ciudadanos, por las políticas; y Podemos, por los sillones. Ahora todos saben que el único partido que puede garantizar el cambio es el PSOE.

-Pero, a la vista del 20-D y de las encuestas, solo tiene una opción de alcanzar la Moncloa: pactando con Podemos-IU, no con Ciudadanos.

-Nunca vetaré a ninguna fuerza del cambio. El 26-J, si hay opciones, volveré a tender la mano a Podemos…

-¿Quede en la posición que quede?

-Volveré a tender la mano a Podemos, claro que sí, porque es fundamental en el proceso de cambio. Eso sí, el problema es que Iglesias no ha sabido materializar el caudal de confianza que obtuvo el 20-D. Su problema no era apoyarlas medidas pactadas con Ciudadanos, compatibles con su programa electoral, sino votar a un candidato socialista.

-Podemos le negó sus votos para que sea presidente. ¿Se los prestará usted a Iglesias si hay 'sorpasso'?

-Seré tan generoso con Iglesias como él lo ha sido conmigo.

-Eso es un ‘no’.

-No, lo que digo es que yo seré quien gane las elecciones y por tanto voy a tender la mano al partido de Iglesias. Después de la investidura hubo un debate en Podemos entre el ala moderada, que quería entenderse con el PSOE, y el ala más dura, la de Iglesias y Monedero, que lo que querían era ganar al PSOE y cerrar la puerta a cualquier tipo de entendimiento. Y ganó esta última.

-Él nos dijo que le ve a usted como socio, que su adversario es Rajoy...

--Los hechos demuestran que Iglesias siempre vio en el PSOE a un adversario; incluso lo escribió en un artículo. El 20-D, ni Rajoy ni Iglesias aceptaron el resultado electoral. Es legítimo, pero una vez los votantes deciden, la obligación de los políticos es hacer realidad su mandato, que era de cambio.

-Confiesa sentirse engañado por Iglesias. ¿Qué probabilidades hay de que puedan gobernar juntos?

--En sus planteamientos hay mucho tacticismo mediático. Es evidente que Podemos nunca quiso candidaturas conjuntas en el Senado; solo intentaba generar titulares. El PSOE es un proyecto autónomo y así se presentará a las elecciones.

-Para Pedro Sánchez, el interregno entre las elecciones generales ha sido una verdadera carrera de obstáculos, algunos de ellos dispuestos por su propio partido...

-Me he sentido muy respaldado por el PSOE, pero es evidente que un partido como el nuestro, con líderes territoriales y personas con cosas que decir, hay debate y al final se llega a un acuerdo que todos respaldamos.

-Gane o pierda, mejore o empeore los resultados de diciembre, ¿se presentará a las primarias como secretario general del PSOE?

-Esa es mi vocación y mi voluntad, pero el PSOE tiene 137 años de historia. Nuestra democracia interna permite que cualquier compañero o compañera dé un paso al frente. Soy un político que hace lo que dice: dije que me presentaré al congreso del PSOE y lo haré. Pero quiero hacerlo como presidente del Gobierno.

-El PSOE criticó a Cospedal por compaginar la presidencia de Castilla-La Mancha con la secretaría general del PP. ¿Se imagina a un presidente (o presidenta) autonómica socialista haciendo lo propio?

--(Risas) Es una formulación innovadora de una pregunta bastante recurrente. Soy el actual secretario general del PSOE, escogido por la militancia. El futuro del PSOE será el que quieran sus militantes.