Pablo Casado ve imposible facilitar la investidura de Pedro Sánchez, pero se ha abierto a colaborar en la «gobernabilidad» durante la legislatura. El líder del PP intentó cerrar así ayer el debate desatado en su propio partido, en el que algunos miembros, como Cayetana Álvarez de Toledo y José María Aznar, defienden un Gobierno de concertación con PSOE y Ciudadanos, y otros, como Alberto Núñez Feijóo, una abstención de Estado con el fin de evitar que Sánchez se apoye en los independentistas para revalidar la presidencia.

La solución que propone Casado sería facilitar la gobernabilidad por «responsabilidad», aunque sea el vicepresidente del Gobierno el «radical» Pablo Iglesias, calificativo que le ha dedicado en varias ocasiones al líder de Podemos. Con esta nueva posición, Casado se olvida de la petición de dimisión que lanzó su secretario general, Teodoro García Egea, la noche electoral y también al día siguiente, cuando dio a entender que el PP no llegaría a ningún tipo de acuerdo si Sánchez era el jefe del Ejecutivo. De hecho, el presidente de los populares declaró que considera que el líder del PSOE tendría que dar un «paso atrás» después de la sentencia de los ERE, aunque dio a entender que no cree que lo vaya a hacer, y a renglón seguido lanzó la oferta.

Desde una rueda de prensa en Zagreb (Croacia), donde participó en una reunión del Partido Popular Europeo, el líder conservador ofreció a Sánchez pactar los Presupuestos (en los que reclamaría bajar impuestos y rigor en el gasto), acordar la aplicación de la Constitución si es necesario por el desafío independentista, actualizar el modelo de pensiones y también abordar la materia de educación.

INVESTIDURA «CIRCUNSTANCIAL» / El presidente del Partido Popular descartó cualquier apoyo a una investidura que incluya a Iglesias como variable, porque, afirmó, «sería una irresponsabilidad». «Ahora bien, si intenta pactar una investidura circunstancial y después quiere pactar [...], ahí va a estar el PP, como siempre ha estado», añadió.

Casado recordó que en algunas comunidades autónomas él ha diferenciado entre la «investidura y la gobernabilidad», en referencia a los apoyos recibidos del grupo ultraderechista Vox, formación que facilitó que el PP se hiciera con las presidencias de Madrid o Murcia, por ejemplo, pero después no garantiza el respaldo en los parlamentos.

El ganador de las elecciones, Pedro Sánchez llegó a un preacuerdo con Pablo Iglesias 36 horas después de los comicios, pero aún tiene que sumar a varios grupos minoritarios y contar con el sí de Ciudadanos o la abstención de ERC para seguir de presidente.