La tendencia a la baja de Ciudadanos en las encuestas ha abierto el debate sobre el futuro de Albert Rivera, fundador y único líder del partido desde su fundación, en 2006. Rivera está empezando a responder las primeras preguntas sobre qué hará si finalmente sufre un descalabro el 10 de noviembre. Ahora cuenta con 57 diputados y el sondeo del GESOP para este diario le da entre 24 y 28, empatado con Vox en la cuarta posición, tras el PSOE, PP y Podemos. Ayer, en TVE, no descartó asumir responsabilidades y dejar la política.

El líder naranja recordó que viene «de la sociedad civil» y tiene una profesión. «Soy abogado, trabajé antes de la política; hay otros candidatos que no han trabajado nunca fuera, solo han sido políticos. Estoy en política porque me apasiona este país y creo que hay que cambiarlo», declaró. «No me mueve el apego a un sillón ni al escaño ni a un cargo», continuó.

La estrategia cambiante de Cs, que durante seis meses defendió el veto a Pedro Sánchez y, ahora, ante la repetición electoral y el hundimiento en las encuestas, se ha abierto a apoyarle para «desbloquear España», le ha pasado factura. Además de la caída augurada por los institutos de opinión, el partido ha sufrido su peor crisis interna en 13 años con la dimisión de dirigentes relevantes de su ejecutiva como Toni Roldán, Francisco de la Torre y Javier Nart, los tres, partidarios de levantar el cordón sanitario al PSOE. Roldán consideró que Cs no ha cumplido su papel «regenerador» al pactar con PP y Vox en numerosas administraciones (la Junta de Andalucía y la Comunidad de Madrid, entre otras) y lamentó que no quisiera servir de partido «bisagra» para dar «estabilidad». Rivera les invitó a crear un nuevo partido.

El líder de Cs se ha mostrado optimista con la posible vuelta a su anterior vida. «Tengo profesión y tendré trabajo fuera de la política», llegó a afirmar el miércoles en Telemadrid. No se ve liderando el partido «a cualquier precio», porque eso es de «cobardes, de mediocres». En todo caso, y con las generales dentro de un mes, Rivera pidió a renglón seguido a sus votantes que se movilicen y no se queden en casa.

Inés Arrimadas, para algunos su sucesora natural, subrayó los «retos imposibles» que ha superado el dirigente de Cs y negó que pueda pasar. «Queda Rivera para rato», contestó en EsRadio.