La provincia de Castellón tiene el privilegio de poseer un patrimonio histórico y cultural único. El arte rupestre, que supone la manifestación cultural más directa y permanente que nos han legado nuestros antepasados, es algo tan importante que la propia Unesco le otorga el reconocimiento de Patrimonio Mundial.

Castellón ocupa un lugar privilegiado en el mundo por la calidad y el estado de conservación de sus pinturas rupestres, una distinción que sitúa a numerosos municipios de la provincia en un puesto de referencia. Ejemplo de ello es la integración entre patrimonio y turismo en el Parc Cultural de Valltorta.

De esta forma, castellonenses y visitantes pueden recorrer la provincia para admirar gran cantidad de obras rupestres que constituyen un conjunto de excepcional envergadura en el que se muestra, de forma vivida, una etapa crucial del desarrollo del ser humano mediante representaciones pictográficas que, por su estilo y temática, son únicas en Europa. Las cuevas de la provincia son una muestra extraordinaria debido a su integración en el paisaje, al alto valor ecológico del frágil entorno y a factores de conservación, como la naturaleza de las cavidades que albergan las pinturas o las condiciones ambientales.

Además pueden descubrir vestigios de la historia del pueblo castellonense a partir del hallazgo realizado en 1917, año en el que se localizaron las pinturas en los abrigos de Valltorta.

También los grabados tienen gran importancia en el patrimonio de Castellón, en el que destacan las grutas de Sant Josep de la Vall d’Uixó, en la que los visitantes tienen la posibilidad de realizar un circuito espeleológico; el Abric d’en Melià de la Serra d’en Galceran, donde se reparten 15 figuras de animales y numerosos signos (de difícil acceso y solo para excursionistas preparados); y el abrigo del barranco del Espigolar de la Serratella, donde se encuentran representaciones de diferentes signos, ciervos y otras figuras grabadas sobre rocas.

EL ARTE PINTADO // En referencia al arte pintado levantino, cabe mencionar el Barranc de Valltorta (les Coves, Tírig y Albocàsser), que está configurado por las calizas del Mesozoico que favorecen la formación del relieve de farallones y muelas, así como la aparición de abrigos y cuevas debido a la erosión. Una gran muestra que permite a vecinos de nuestras comarcas y visitantes ahondar, a través de la historia, en parte de nuestro pasado. H