El fin de año siempre invita a la reflexión. Miramos hacia atrás para hacer balance, alegrarnos por los aciertos y reconocer los errores con la voluntad de mejorar en el año que empieza. Nos sirve también, por tanto, para proyectar nuestras ilusiones, plantearnos retos y marcar objetivos. Pasado y futuro son los escenarios temporales que evocamos en estas fechas, y de ellos emanan certezas y planes.

Empezaré por las primeras. 2019 ha sido el año de la consolidación del cambio. Tres citas electorales nos han demostrado que la ciudadanía quiere gobiernos de progreso en Castelló, en la Comunitat y en Madrid. Gobiernos que transformen la realidad social, que inviertan en el bienestar de la ciudadanía, que trabajen por la igualdad y hagan frente a retos globales como el cambio climático. En Castelló se han alcanzado hitos importantes en ese sentido durante el último año. La ciudad ha visto culminadas actuaciones ampliamente reivindicadas como la remodelación del Camí la Plana o la finalización de las obras de la Pineda para enfermos de alzhéimer. Nuestra apuesta por la transformación de la ciudad se ha materializado también en la nueva plaza Josefina López del Grau o el nuevo retén de la Policía Local en el distrito marítimo. Las obras de acondicionamiento en el estadio Castalia son otras de las actuaciones que el gobierno municipal ha hecho posibles en los últimos meses y que se derivan del trabajo de los últimos cuatro años.

Un mandato que nos ha servido para romper las dinámicas de la era del PP. Primero, saneando las cuentas municipales, con una drástica reducción de la deuda del 80 al 20 por ciento y sin necesidad de aumentar la presión fiscal. Es más, hemos logrado rebajar el IBI y otros tributos municipales. La gestión eficiente de la situación financiera nos ha permitido, además, invertir allá donde realmente hace falta, en políticas que mejoran la calidad de vida de las personas. Hemos aumentado el presupuesto en Bienestar Social y promoción del empleo, actuando así en dos pilares fundamentales.

Pero no nos hemos conformado con gestionar bien los recursos que ya teníamos, sino que hemos buscado activamente, y con notable éxito, otras fuentes de financiación que nos permitan seguir transformando Castelló. Europa nos ha brindando oportunidades únicas y el Gobierno municipal las está aprovechando al máximo. Los 20,2 millones de fondos Edusi nos sirven para llevar adelante actuaciones de mejora urbana, como los 5 nuevos kilómetros de carriles bici o las 17 plataformas de autobús adaptadas. Mientras otros ayuntamientos han atravesado serias dificultades para manejar estos fondos por las exigencias de Bruselas, el Ayuntamiento de Castelló ha sabido gestionarlos con el rigor y la diligencia debida, hasta tal punto que se encuentra a la cabeza en ejecución de fondos europeos en toda España y es ejemplo de buenas prácticas en esta materia.

EUROPA SE HA FIJADO EN CASTELLÓ

Y mientras Castelló mira a Europa, Europa también se ha fijado en Castelló en este 2019. La ciudad ha sido reconocida con el segundo premio de accesibilidad, un galardón concedido por la Comisión Europea que reconoce la adecuación del urbanismo y los servicios públicos a las personas con discapacidad. Competíamos con capitales españolas como Barcelona o Bilbao -47 ciudades de toda Europa en total- y Bruselas eligió a Castelló como la segunda ciudad europea más accesible, un hito que nos da fuerzas para seguir trabajando por una ciudad más inclusiva e igualitaria.

Castelló también ha recogido este año la distinción de Ciudad de la Ciencia y la Innovación, ha sido capital del Foro España-Japón convirtiéndose en puente de las relaciones internacionales entre ambos países y ha sido invitada a la Cumbre del Clima por su apuesta por la sosteniblidad. Estamos transformando la ciudad, pero también su reputación. El relato de Castelló ya no es el de la vergüenza o la corrupción, sino el de la esperanza y el cambio.

Estoy convencida de que este será el mandato del despegue. Con la foto finish de 2019 nos adentramos ahora en un nuevo año lleno de proyectos. Planes de futuro que siguen poniendo a las personas en el centro de las políticas, que avanzan en bienestar, sostenibilidad, igualdad y progreso. Como ejemplo, dos de los proyectos que ya hemos anunciado. Contaremos con casi 15 millones de euros cofinanciados por Europa para renovar más del 90% del alumbrado público, lo que supondrá un millón de euros de ahorro anual en gasto energético para la ciudad. Además, Castelló también está de enhorabuena porque ha conseguido 1,7 millones de euros para la renovación urbana del barrio Castalia-La Guinea, con actuaciones en las viviendas sociales de la calle Huesca y el entorno urbano que mejorarán las condiciones de vida de una zona con población vulnerable.

La aprobación definitiva del Plan General, la reforma del edificio Borrull o la finalización de la ronda de circunvalación están también en nuestra lista de prioridades, y con la colaboración entre instituciones, esperamos que sean una realidad lo antes posible. Son muchas las metas a alcanzar, con un compromiso transversal con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y con la convicción de que la ciudad y, por ende, la administración local, es la que más directamente influye en la vida de las personas. Con la confianza que la ciudadanía ha depositado en el gobierno municipal y la determinación del equipo de concejalas y concejales que lo conforman, así como del cuerpo técnico del Ayuntamiento, Castelló continuará en 2020 en la senda de la transformación y en el mapa de lo positivo.