Un coche que funciona como depósito de agua destinada a su propio lavado y otros usos, una ducha que almacena el agua fría que se suele desperdiciar mientras alcanza la temperatura que deseamos, unas torres capaces de generar el agua que precisan las plantas a partir del vapor que existe en el aire, o el uso de cristales inteligentes para aprovechar el poder calorífico del sol y reducir el consumo de energías contaminantes. Son algunas de las propuestas de los alumnos de Secundaria y Bachillerato de Castellón que están participando en UNI2, el concurso organizado por la Universidad CEU Cardenal Herrera celebrado en las tres provincias de la Comunitat en las que esta universidad imparte magisterio, destinado a mejorar el medio ambiente a través de proyectos creativos e innovadores.

Tal y como explica Margarita Fernández, una de las profesores de Magisterio del CEU de Castellón que ha colaborado en la iniciativa, «el objetivo principal de UNI2 es fomentar la participación social en proyectos solidarios con el entorno ambiental, así como concienciar a la sociedad de la responsabilidad que todos los ciudadanos tenemos en el respeto y contribución máxima al mantenimiento del medio ambiente».

«El CEU está firmemente comprometido con la educación y por eso no solo trabajamos a diario para formar a maestros que son capaces de responder en las mejores condiciones a los retos educativos que nos está planteando la sociedad, sino que colaboramos activamente con los centros escolares para contribuir, entre todos, a la formación de buenos ciudadanos», argumenta la profesora.

Todos ganan

Y, para ello, los escolares han contado con un apoyo extra, el de la Universidad. Aparte de ser dirigidos por el profesor designado por el colegio, los jóvenes investigadores han contado con una formación técnica a cargo del CEU en torno a la elaboración de proyectos, además de profesores universitarios que han ejercido de tutores.

La docente del CEU, que se muestra gratamente sorprendida por el alto nivel de los proyectos presentados por los centros escolares de Castellón, subraya que este concurso «contribuye a la formación de personas responsables con su entorno, potencia la educación en valores ambientales e involucra a los centros educativos tanto en la introducción de planteamientos de gestión medioambiental en su práctica docente como en el desarrollo y mejora de un proyecto solidario que incorpora la innovación, investigación y divulgación científica para contribuir a la necesaria transferencia del conocimiento a la sociedad».

Los centros de Castellón La Consolación y San Cristóbal, y Santa María, de Vila-real, han participado en la semifinal defendiendo sus proyectos ante un tribunal de profesores universitarios y expertos externos, como el arquitecto técnico Pablo Altaba y Gema Alcañiz, bióloga del IMEDES. La final, que también reunirá a equipos de Alicante y Valencia, se disputa el 27 de abril. Pero ellos, y el resto de la sociedad, ya han ganado. Y es que las propuestas presentadas merecen, en opinión de Margarita Fernández, «un premio al esfuerzo, el rigor, el ingenio y la implicación». «Aunque no todos se lleven premio, todos ganan», asegura. «Ellos, porque han interiorizado que es posible mejorar las cosas a través del conocimiento y del trabajo en equipo. Y nosotros, la sociedad, porque unos jóvenes formados y comprometidos son la clave del futuro».