Facsa ha certificado la emisión de gases de efecto invernadero en las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) de Almassora y Andorra, obteniendo la certificación de la norma UNE-EN ISO 14064-1 por parte de la empresa SGS. La EDAR de Andorra se convierte, así, en el primer centro de Aragón donde Facsa realiza la determinación de la huella de carbono.

De acuerdo con el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) existen evidencias de que el cambio climático existe y que está provocado por las emisiones de GEIs (gases de efecto invernadero) derivados de la actividad humana. Una de las estrategias para luchar contra esta problemática ambiental consiste en la reducción de los GEIs y el primer paso es realizar un inventario de gases de efecto invernadero.

Uno de los objetivos de Facsa es la minimización del impacto ambiental de los procesos de depuración de aguas residuales, en línea con su política de mejora continua. Por ello, Facsa tomó la decisión de realizar, de forma voluntaria, el inventario de gases de efecto invernadero de la actividad de depuración de aguas residuales en las mencionadas EDAR que permitiera determinar su huella de carbono.

Los objetivos principales del cálculo de la huella de carbono son la identificación de oportunidades de reducción de emisiones de GEIs, así como la inclusión de la huella de carbono como factor a tener en cuenta en la toma de decisiones en las tareas de explotación, conservación y mantenimiento de los sistemas de saneamientos de las EDAR, reforzando la responsabilidad de Facsa con el entorno y compromiso medioambiental.

INVENTARIO

El inventario ha sido realizado por personal técnico cualificado de Facsa, empleando como herramienta de cálculo y posterior verificación la norma UNE-EN ISO 14064-1 por su carácter internacional, coherencia y cobertura total. Esta norma comparte sinergias con la norma UNE-EN ISO 50001 de Sistemas de Gestión Energética implantada en la EDAR de Almassora para la gestión eficiente de las instalaciones, por lo que resulta una herramienta complementaria en la lucha por la reducción del impacto ambiental de la actividad. Todo esto ha permitido la inscripción voluntaria de Facsa en el Registro de Huella de Carbono de la Oficina Española de Cambio Climático, siendo obligatorio disponer de un plan de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en las instalaciones. La inscripción en este registro muestra el compromiso ambiental y el nivel de esfuerzo llevado a cabo por Facsa en la mitigación del cambio climático.

En este sentido, la huella de carbono como indicador ambiental más utilizado en cuanto al cambio climático, supone un recurso de concienciación más para la transmisión de prácticas sostenibles a la sociedad y a nivel empresarial.

Esta última certificación se une al resto que Facsa ya dispone como muestra de su compromiso por la excelencia de la calidad del servicio, de garantizar la seguridad de sus trabajadores, de trabajar respetando el medio ambiente y por apostar por la I+D+i además de procurar la gestión eficiente de sus centros de trabajo. H