La Verge del Lledó, patrona de la ciudad, luce sus mejores galas en los días en los que los vecinos de la capital de la Plana le rinden pleitesía. Y en ello ha tenido mucho que ver Rosa María Segarra Viciano, una castellonense muy devota de la Lledonera, que hace dos años decidió iniciar los trabajos de confección y bordado del nuevo manto, pañuelo, dos enaguas y una toca con sus manguitos que la Virgen estrenó el pasado 20 de abril, vigilia de Pascua, en la Basílica que la acoge. “Estos fueron elaborados con telas de hilo de batista suiza, raso de seda natural y organdí suizo de seda natural, con los enlaces de alecxión y valancié, y los bordados de hilo dorado”, indica Segarra. Además “la confección está trabajada con plieguecitos formando cuadros y unas piñas también bordadas con mucha devoción”, señala.

La castellonense aprendió lencería de la mano de Paquita Doménech, “modista de blanc”, afirma. “Allí estuve 9 años con muchas compañeras como Lola León, Carmen Mezquita o Carmencín Monfort. También aprendí a bordar a mano con Carmencita Masiamás durante 4 años en los que trabajé mucho”.