El comercio internacional y el cuidado del medio ambiente. Son las dos claves, junto a la inversión en I+D+i, que marcarán el futuro próximo del sector agroalimentario español, según quedó reflejado en la presentación del observatorio del ramo realizado por Cajamar y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), celebrada el pasado miércoles.

En este sentido, el director del informe, Joaquín Maudos, recordó la relevancia que mantiene España en materia exportadora de alimentos y bebidas en el continente europeo. De hecho, es el cuarto país que más exportó de la Unión Europea en el 2018 en el ramo agroalimentario, con nueve años de crecimiento ininterrumpido, solo por detrás de Países Bajos, Alemania y Francia. Es más, este sector representó el 16,9% del total de bienes exportados por España, lo cual fue clave para alcanzar el superávit comercial conseguido por el país el año pasado.

Pero, ¿dónde están los peligros? Concretamente en los receptores de esas exportaciones. El 73,9% de ellas van a parar a países de la Unión Europea. Francia lidera la tabla de importadores de productos españoles, por delante de Alemania, Italia, Portugal y... el Reino Unido. Y ahí es donde entra el riesgo del brexit para el sector agroalimentario español. Hasta 4.000 millones de euros exportó el ramo al estado británico en 2018, el 8,3% del total. «Me preocupa mucho el brexit, sí. Confiemos en que no sea desordenado», señaló el director adjunto del IVIE.

Del mismo modo, Maudos avisó de que la guerra comercial que mantienen Estados Unidos y China, así como las decisiones de la administración de Trump sobre la imposición de aranceles a los productos españoles también pueden incidir negativamente sobre las empresas agroalimentarias españolas.

Precisamente, sobre la petición de incluir aranceles en la Unión Europea a los productos que procedan de países terceros también hizo mención Maudos, quien señaló al respecto de esta cuestión: «No me gusta proteger artificialmente con aranceles un sector. Es una acción cortoplacista y no genera riqueza. Otra cosa es que tenga lugar una guerra comercial. Si eso ocurre habrá que dialogarlo de manera internacional, como se debe hacer ahora con Estados Unidos, pero no mediante acuerdos bilaterales». No obstante, Maudos también señaló que esto debe producirse en un contexto de «competencia leal».

Cuidado del medio ambiente //Hacia otro punto señaló el director de Innovación Agroalimentaria de Cajamar, Roberto García: el reto de la sostenibilidad. «El consumidor cada vez mira más cómo se ha producido el alimento», reveló García, quien expuso que ahora «hay que ir incorporando las técnicas necesarias que hagan que el producto sea más sostenible». «Estas técnicas, además, hacen que nuestro producto sea más rentable», añadió García tras aludir a los posibles ahorros en consumo de agua.

Asimismo, García destacó el atractivo de la economía circular que se puede aplicar al sector. «La rentabilidad va a estar en ser capaces de sacar valor a esos productos que antes tirábamos y convertíamos en residuos durante el proceso de producción», avanzó al director de Innovación de Cajamar.