La unión de los corredores mediterráneo y cantábrico se configura como elemento esencial de conectividad y como vector de futuro para territorios y empresas. La fusión de sendos corredores supone la conexión con las regiones del Valle del Ebro, los puertos de la zona del Cantábrico y un acceso a los países integrantes de la Unión Europea (como el mercado británico para los productores cerámicos), con costes logísticos mucho más competitivos para el aprovisionamiento de materias primas y para la expedición de los productos de las empresas nacionales.

La unión se traduce también en la posibilidad de atraer un mayor número de tráficos, tanto de importación como de exportación, al Puerto de Castellón, ampliando considerablemente la cartera de servicios y proporcionando una alternativa competitiva al transporte en barco entre ambas cornisas, puesto que enlaza los recintos portuarios del Cantábrico y de la Comunitat Valenciana. Como consecuencia de la conjunción de los corredores, Castellón pasará a convertirse en un ágil nodo de red, integrado en el principal polo logístico intermodal (autopista, ferrocarril y barco) a nivel estatal, y una región de referencia en logística, a nivel europeo.

Por este motivo, el corredor mediterráneo constituye una cuestión prioritaria y un eje de comunicación esencial para la provincia y la potenciación comercial de las empresas.

En este sentido, el presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Vicente Boluda, reclamó recientemente que todo el corredor mediterráneo, desde Algeciras a la frontera francesa (cuyo trazado se prevé pueda completarse en el 2023), cuente con doble plataforma para separar tráficos, como recoge el proyecto incluido por la Comisión Europea entre las redes de transporte transeuropeas prioritarias. La demanda de Boluda se fundamenta en que el Ministerio de Fomento sí ha previsto la separación de tráficos entre Castellón y Valencia, pero no hacia Tarragona.

A este respecto, Boluda anunció recientemente que durante el próximo año el lobby que respalda la campaña #QuieroCorredor y que ya cuenta con 63.000 firmantes, reforzará sus presencia y reivindicación en los ámbitos del deporte, la cultura o la universidad. La meta para 2018 es seguir insistiendo ante el Gobierno central y contar con más presencia en Bruselas y colaboración con los lobbys europeos que apoyan esta infraestructura, ya que es desde Europa desde donde se ha financiado el proyecto del corredor mediterráneo. Los objetivos y el horizonte temporal siguen siendo los mismos. Está previsto que en 2020 esté conectada la frontera francesa con Murcia en ancho internacional; que éste llegue a Algeciras en 2023; y que en 2025 esté terminado todo el recorrido, incluido el Túnel Pasante de Valencia.

EJECUCIÓN

Es fundamental la ejecución de las obras que se llevan a cabo a lo largo de la infraestructura ferroviaria por parte del Ministerio de Fomento, sobre todo las que afectan a la provincia de Castellón y Valencia, que inciden directamente a la llegada del tren de Alta Velocidad a la provincia. La plataforma en ancho internacional que se prevé en la capital del Turia y la Plana, para la cual el Ministerio ya ha licitado el estudio informativo, es esencial.

El presidente de AVE y de Boluda Corporación Marítima, reivindicó recientemente avances en este sentido, puesto que los grandes empresarios de la Comunitat valenciana confían en que 2018 sea decisivo para el corredor mediterráneo, con la llegada del AVE a Castellón, ya que se tienen que comenzar algunas de las actuaciones más difíciles o complicadas del proyecto. Boluda señaló que en el último medio año el adelanto en las obras ha sido lento, pero se ha avanzado.

La necesidad de materializar este proyecto es una cuestión patente. De hecho, pese a que para AVE es difícil evaluar las pérdidas que ocasiona no tener esta infraestructura, apunta que la exportación de naranja se abarataría en un 33%.