El ganadero Daniel Ramos puso un broche de oro triunfal a su temporada con una novillada sin picadores lidiada en Utiel por alumnos de la Escuela de Tauromaquia de Valencia.

Embistieron, y muy bien, los novillos que envió el ganadero de Borriol. El tercero incluso fue premiado con la vuelta al ruedo, reconocimiento póstumo que también mereció el quinto, otro de los buenos novillos del conjunto y que hizo que el mayoral, diese la vuelta al ruedo.

Salvo el cuarto, que fue el menos bueno, el resto tuvieron condiciones para hacer pensar que el ganadero está en el camino correcto. Toda la novillada atesoró nobleza y calidad, con embestidas claras que permitieron a los jóvenes noveles expresar sus conceptos del toreo; y por otro, los erales tuvieron ese matiz bravo y encastado, con un punto de transmisión, que otorga importancia a las faenas y llega al tendido, cualidades que busca Ramos en su divisa.

El buen juego de los novillos pudo destapar las cualidades de dos jóvenes promesas que van a dar mucho que hablar: Borja Collado y Miguel Polope, de Torrent. De diferente estilo y acusada personalidad. Collado es más barroco, con un toreo más roto; mientras que Polope es la distinción, la elegancia y la verticalidad, que le hacen apuntar y alto. H