Música para soñar, para viajar en el tiempo y en el espacio...», es la propuesta de Matthieu Saglio, violonchelista francés afincado en Valencia, y que dejó la carrera de ingeniero agrónomo para entrar en el fascinante mundo del pentagrama.

Actúa mañana en el Auditori i Palau de Congressos de Castelló (20.00 horas), donde presentará su nuevo disco El camino de los vientos en una nueva formula que combina la música culta más ortodoxa con «los ritmos de jazz y de fusión», describe Saglio, quien en su cita en la capital de la Plana estará acompañado por Steve Shehan, a la percusión; Christian Belhome, al piano, y Leo Ullmann, al violín. Saglio relata la «odisea que han pasado hasta llegar a Castelló por el tema del coronavirus. «Es un milagro que estén aquí», dice felizmente el solista

Pura poesía con el violonchelo, «el instrumento que más se parece a la voz humana con todos sus matices y el que tiene más posibilidades, con registro muy variado», indica Saglio.

Un violonchelo del que está «enamorado», confiesa un inquieto, emprendedor y entusiasmado concertista que arranca una «nueva aventura musical», después de aquel primer disco en solitario Solo Chelo que grabó años ha.

EL VIRTUOSISMO // Saglio asegura que quería continuar «aquel proyecto y necesitaba, además, el compartirlo con una serie de músicos internacionales en un alarde de virtuosismo excepcional.

Con la solvencia de haber sido fundador de grupos como NES, Jerez Texas, Cello Solo, Diouke, Résonance..., su música es tanto «para iniciados como para profanos», sentencia rotundo.

«Unas partituras que tienen algo de balsámico en los tiempos que corren», dice, irradiando compromiso, «desde la sinceridad», como se encarga de calificar su estado vital en el pentagrama.

En este trabajo discográfico, el violonchelista de los mil acentos, como es conocido, planea sobre la vieja Europa, la India, África y Oriente como una suave caricia.