Patricia Campos, la expiloto de la Armada, vecina de Onda, participó en el ciclo Femenino Singular de la Fundación Caja Castellón, acompañada por la alcaldesa, Amparo Marco. La actividad tuvo lugar ayer en el edificio Hucha. Entre el público se encontraban destacadas mujeres que ocupan puestos que hasta hace relativamente poco tiempo estaban reservados a los hombres, como es el caso de Mónica Nos, alcaldesa de les Coves, o Elena Vicente-Ruiz, diputada de Acción Social.

Campos destacó el gran apoyo que le ha ofrecido su madre a lo largo de su vida. «Gracias a ella soy como soy. Ella fue quien me educó y me transmitió valores como el respeto, la tolerancia y el amor», manifestó la ondense.

También habló de la aceptación y la normalización de su orientación sexual y de lo difícil que fue. «Vengo de un pueblo pequeño donde yo no conocía la existencia de ningún homosexual. La sociedad donde yo me crié te encauzaba a seguir unas pautas tradicionales. Jamás pensé en que pudiera gustarme una mujer. Por eso creo que me costó reconocer realmente quien era. Ahora me doy cuenta de que durante esos años, por algún motivo, no quería reconocer quién era yo realmente. Mi subconsciente quería darme pistas, pero mi cerebro se negaba a aceptarlas», expuso Campos.

EJERCITO Y FUTBOL // Patricia logró su objetivo de entrar en el Ejército --fue la primera mujer en pilotar un reactor--, sin embargo, no fue como esperaba, ya que tuvo que darse de baja a causa de las discriminaciones que sufrió: «Me he dado de baja de las Fuerzas Armadas porque por mi condición de mujer y de homosexual no estaba cómoda». En su faceta como entrenadora de fútbol, que empezó justo cuando dejó el Ejército, también denunció las desigualdades entre hombres y mujeres a la hora de llevar a cabo la actividad de entrenar. «En España piensan que el fútbol es algo de hombres», comentó en el acto.

Precisamente, a través del fútbol, y para ayudar a los niños y mujeres con sida, viajó hasta Uganda. «Sabía dónde iba, había estudiado el país. Aun así, es duro ver tanta pobreza en la vida de unos niños que lo dan todo por una sonrisa. África para mí ha sido lo mejor. Hay que llenar la parte del voluntariado que todos tenemos en nuestro corazón y a mí me ha cambiado mucho».

La ondense, que también presentó su libro autobiográfico Tierra, mar y aire, concluyó con un mensaje de esperanza para las más jóvenes: «Querer es poder, no hay nada imposible. Los sueños están para cumplirlos y nadie te puede decir no hagas esto o no puedes, porque nosotras podemos hacer lo que queramos y llegar lo más alto que podamos, solo es creerlo de verdad y creer que lo vas a conseguir, por muchas barreras externas que hayan y por muchas barreras internas que nos impongan».