Carlos Tarque, líder junto a Ricardo Ruipérez de la mítica banda M Clan, y una de las voces más reconocibles y carismáticas del rock español, cantó ayer en Castellón en su nuevo proyecto musical en solitario. Ritmos frenéticos y efervescentes inundaron una plaza Mayor hasta los topes, ávida de fuertes emociones.

El murciano desgranó sus canciones con influencias de Led Zeppelin o AC/DC, alcanzando sonidos mucho más duros de los que tenía acostumbrado a su público. Un espectáculo rockero cien por cien, que huyó del country que llegó a definirlo cuando era parte esencial de M Clan. Un Tarque energético que no defraudó («porque así lo he decidido», sentenció) en el que era el primer concierto al aire libre de su gira, protagonista en una fiesta bautizada como Bienvenida al año 2019 por el Ayuntamiento de Castellón, en la que ofreció un resultado potente, lleno de estribillos pegadizos y guitarras afiladas por doquier.

Una actuación de Tarque precedida por Junior Mackenzie --del castellonense Juan Fortea-- que recién llegado de Vitoria convenció con su excelente mestizaje a base de folk, rock, blues e indie, marcados por raíces americanas.