Sedano Vázquez cortó ayer sábado una oreja de mucho peso en Cella y a punto estuvo de abrir la puerta grande de no haber marrado a espadas con su segundo.

El novillero de l’Alcora, triunfador de esta feria el año pasado tras indultar un novillo de Los Maños, volvió a encontrarse con otro gran ejemplar de esta ganadería. A pesar de su escaso bagaje, Sedano salió de primeras muy dispuesto, enjaretándole un manojo de verónicas muy encajado y gustándose. En la muleta, dejó patente ese concepto clásico del toreo que atesora y, por momentos, llegó a entenderse con el de Santa Coloma, dejando algunos naturales verdaderamente buenos, con el de Los Maños embistiendo con profundidad y ritmo. Se fue detrás de la espada dejando una estocada en todo lo alto. A sus manos fue a parar la primera oreja de la tarde y la única que se cortaría. Excelente el novillo de Los Maños, que fue ovacionado en el arrastre.

Recibió a su segundo, de la ganadería de El Soldado, con una larga cambiada en el tercio. Quiso amarrar el triunfo desde el comienzo, consciente de la oportunidad que suponía. No era muy claro en los primeros compases el novillo, pero acabó embistiendo muy bien a la muleta, con mucha clase y franqueza, condiciones que supo aprovechar Sedano para ligar en la corta distancia. Cuando tenía ganada la oreja y la puerta grande, pinchó antes de agarrar una estocada. Tardó el novillo en caer y se enfriaron los ánimos. A pesar de todo, hubo petición de oreja que el palco desatendió. Dio una merecida vuelta al ruedo.