Esta vez la espada le abrió a Varea los cerrojos de la puerta grande. Fue ayer sábado en Requena, en su tradicional corrida de la Vendimia, donde el de Almassora mató a sus dos toros de Los Eulogios de sendas estocadas, que le valieron cortar una oreja de cada uno de ellos y por tanto salir a hombros junto a Juan José Padilla y el torero de la tierra Jesús Duque, que dieron una buena tarde de toros.

Su primero fue un buen astado de Los Eulogios que le permitió al castellonense lucirse de capote, primero dejando su sello personal en las verónicas de salida y luego en un sabroso quite por medias. Luego con la franela, dejó pasajes de mucha calidad y categoría, aunque algo intermitentes. Eso sí, hubo momentos en los que surgió la magia del temple y el buen gusto y Requena vibró con el toreo de Varea. Pinchó primero antes de amarrar una buena estocada al segundo intento. Hubo petición y cayó la oreja.

Salió espoleado por sus compañeros en el sexto. Padilla había cortado un rabo del cuarto y Duque desorejó al quinto. Con la puerta grande entreabierta le tocó un toro de poco fuelle que tuvo que cuidar. De nuevo relució el temple y la cadencia en una faena a la que le faltó emoción por la falta de transmisión del animal. Bien Varea, por encima de las condiciones de un toro al que finiquitó de un espadazo. De nuevo la oreja y el privilegio de salir a hombros.