La Navidad, más allá de las reuniones familiares y regalos, también podría definirse como un deleite para el paladar. Estiramos nuestro presupuesto para dar cabida a algunas delicias, que, en día de cada día, no tenemos la oportunidad de degustar.

Pero por desgracia, nuestros gustos son más que caprichosos, y la apuesta por la comida saludable se diluye un tanto estos días…. ¿Es posible mantener una buena alimentación en estas fechas y disfrutar del sabor? La respuesta es sí.

A continuación, te desvelamos algunos consejos y recetas para que apuestes por tu salud sin renunciar al sabor:

¿Cómo mantener una alimentación equilibrada estas Navidades?

● En primer lugar, mantente alerta ante los recurrentes picoteos y aperitivos. Está bien si un día decides darte ese gusto, pero intenta que no suceda en exceso.

● ¡Atento al tamaño de las raciones! Qué común es acabar con empacho tras una cena o comida demasiado copiosa. Vigilar el tamaño de las raciones, además de ayudarte a no desperdiciar comida, es una manera de evitar el malestar y de mantenerte en forma.

● Prioriza los alimentos y salsas naturales y de calidad. Más vale comprar una pequeña cantidad de alimentos o salsas de alta calidad, que alimentarse a base de grandes cantidades de productos prefabricados. Además de ser más ricos, podrás controlar mejor las cantidades y mejorar tu alimentación.

● ¡No te olvides de las frutas y las verduras! En estas fechas, las frituras de todo tipo son las reinas, y es una lástima con las deliciosas frutas y verduras de temporadas que hay en estas fechas. Coles, cebollas, naranjas, fresas… dales una oportunidad para conseguir unas comidas y postres más ligeros y saludables.

¿Qué recetas saludables elaborar estas fiestas?

Aperitivos: algunas opciones deliciosas, ligeras y saludables son los rollitos de tortilla de salmón, los pimientos del piquillo rellenos de guacamole y langostinos, langostinos con fruta o porciones individuales de pulpo a la brasa (¡recuerda, estas navidades las raciones tienen que ser individuales!). Las típicas cremas y patés también pueden ser saludables, gracias al hummus, el guacamole o el Tzatziki (salsa griega de yogur y pepino).

Entrantes y primeros platos: a pesar de que en este caso las cantidades serán algo más abundantes, es recomendable que sigan siendo platos ligeros. Ejemplos de ello son las deliciosas cremas de verduras o marisco, así como caldos. Por supuesto, las ensaladas también son una magnífica opción, y los mariscos con salsas como la marinera, en cantidades controladas, también.

Platos principales: ¿carne o pescado? Si te decantas por la primera, procura escoger cortes magros de pavo, solomillo de cerdo o pollo, más ligeros. Sin embargo, la realidad es que el pescado por lo general es tu mejor apuesta: merluza a la marinera, lubina a la sal, rape con salsa verde… ¿Cuál escoges?

Postres: los turrones y polvorones son las estrellas de las navidades, pero puedes limitar su consumo y explorar otras opciones. ¿Qué tal una buena macedonia o brochetas de frutas?

Como habrás podido comprobar, una Navidad saludable es posible, pero lo verdaderamente importante es mantener nuestra alimentación saludable todo el año y realizar ejercicio físico. Una manera muy efectiva de conseguirlo es dejándose asesorar por nutricionistas y expertos del ejercicio que nos elaboren con planes a medida. Por ejemplo, Thalasso Hotel El Palasiet, ubicado en Benicàssim, cuenta con gimnasio propio y bonos de gimnasio y nutrición personalizada, así como con bonos y actividades saludables. ¡Acudir a este tipo de centros también es una buena idea para combatir los excesos navideños una vez pasadas las fiestas!